En algún momento, ¿nos detenemos a pensar rigurosamente el cambio que se produce en nuestra sociedad?, ¿y sobre las causas profundas que producen esos cambios?, ¿en cómo hemos llegado hasta aquí? Esteban Hernández, analista político, nos invita a detenernos unos minutos para contestarnos estas preguntas. El corazón del presente. Mapa de una sociedad desconocida (2023), es la lectura sugerida por Joaquín Vergés.

Estamos en el interior de una cápsula, se llama Sirius (Alan Parsons Project) y, transitando en ella, en pura transformación tecnológica y digital, hay que navegar para evadir la fácil tendencia hacia la polarización, la clásica lucha de contrarios. Sorteando hacia la construcción de futuro desde el denominador común de la humanidad, para aprovechar al máximo las posibilidades de esa revolución.

Porque, una vez más, revelarnos se configura como la estrategia para el PROGRESO, frente al seguidismo y la tendencia como propuestas de inmovilismo. El resurgimiento de una conciencia crítica frente a la tendencia dominante entre optimismo frente a descontento, pesimismo frente a hartazgo.

Nuevas y aún insospechadas fuentes de producción de bienes indispensables (agua, luz, gas, etc.), acompañan la incipiente tecnologización de este mundo en transformación.

El elemento principal para que ese proceso transformativo sea realmente fructífero es recuperar el uso de la razón, el sentido característico de la humanidad como fundamento de valor, evadiendo los sistemas protocolizados (puramente estadísticos, algorítmicos y, por tanto, predecibles). Recuperar al ser racional para ponderar la necesidad de centralidad, en detrimento de la triangulación o polarización, no sólo como rescate de las sociedades, sino de la rehumanización de éstas.

Hernández tiene la habilidad de hacernos transitar por estas reflexiones a partir de ‘situaciones’ o dualidades concretas de nuestra realidad inmediata: “aspiracionales contra avergonzados, conectados contra inmóviles, optimistas contra hartos, innovadores contra experimentados”. Desde el campo sociológico (procesos electorales), el campo geográfico (Madrid, Talavera de la Reina o Badalona) y geopolítico (conflictos actuales) sugestiona la necesidad que hay en la sociedad de recuperar el equilibrio, “un nuevo acuerdo social” (pág. 222), basado en la recuperación del ser racional que devuelva al ser humano su participación y protagonismo, más allá de la organización protocolizada; y con la superación de la moral, recuperando la vida cotidiana (Karlfried G. Dürckheim), vencer los conflictos de nuestras sociedades y ganar la contemporaneidad y prospección de futuros.

Por Joaquín Vergés Cabanzón

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