Desde la Casina de Covadonga llegan noticias de cómo se ha vivido la acogida en este espacio tan singular para toda la Institución Teresiana. Un equipo de siete voluntarios, procedentes de varios rincones de España, han hecho posible que este lugar acogiera a 250 personas en este verano.

Evaluar permite parar, echar una mirada a lo vivido, analizar, contemplar y vislumbrar el futuro, pero sobre todo celebrar y agradecer la vida generada. Y eso es lo que pretende esta comunicación: dar gracias por todo lo vivido durante este verano en la Casina.

Este año la Casina ha estado abierta desde el día 1 de julio al 15 de septiembre y en el mes de octubre durante los días en que se celebró la Peregrinación de la Institución Teresiana a Covadonga. La Casina fue lugar de acogida para quienes quisieron acercarse a visitar y a descansar en este lugar tan especial. Se han vivido días especiales como la celebración de San Pedro Poveda, el 28 de julio, la novena de la Santina, a principios de septiembre. Todos ellos han sido motivo de acción de gracias por tanta vida que ofrece la IT en los diferentes rincones de nuestro mundo.

Durante este tiempo han visitado la casina unas 250 personas que han acudido de manera individual, en pequeños grupos, en familia, en peregrinaciones…  y  todas ellas de muy diversas procedencias.

Este verano, se ha celebrado en los Negrales el Encuentro Internacional de todas las Asociaciones de la Institución Teresiana y la XIX Asamblea General de la IT. Los lugares teresianos más significativos de nuestra geografía han contado con la presencia y la riqueza de personas de diferentes lugares del mundo. La Santina ha sido visitada por miembros de la Institución Teresiana de Taiwan, Estados Unidos, Guatemala, México, República Dominicana, Japón, India, Chile, Congo y Francia. Así mismo, recibió personas de múltiples rincones de España.

La Casina también ha sido testigo y espacio de encuentro y disfrute de diferentes familias, personas o grupos que han pasado unos días de descanso, encuentro con la naturaleza y en este espacio, lugar privilegiado de la Institución Teresiana donde se gestó la “idea buena” de Poveda.

Acogida

La acogida ha sido posible gracias a un equipo de siete voluntarias y voluntarios de la familia Institución Teresiana. Se han acercado para realizar este servicio desde Asturias, Cantabria, Cataluña, Granada, León y Sevilla. Han sido el rostro, la palabra, la sonrisa y la acogida de la Institución Teresiana en este lugar. A todos y todas queremos darles las gracias por su disponibilidad, entrega, clima de familia y acogida, por dar a conocer el carisma de la Institución Teresiana y acercar la figura de Pedro Poveda, así como cuidar durante todo el tiempo la Casina como espacio de oración, de encuentro, de ser familia.

Gracias

Damos gracias por tanta vida que se genera, vida regalada y recibida durante estos meses. Pedimos a la Santina que nos ayude a seguir generando un espacio de acogida, un espacio que facilite la visibilidad de la persona de Pedro Poveda y del carisma de la Institución Teresiana; un espacio de encuentro donde las personas puedan conectar consigo mismas, con Dios, con María, con la naturaleza…, un espacio a llenar de vida, que iremos descubriendo y generando entre todos y todas. Porque como nos recuerda Pedro Poveda en 1928:

“Covadonga es para la Institución algo singular, único, y para mí algo más singular y más único.

“La Santa Cueva será siempre la verdadera cuna de nuestra amadísima Obra. Ante la imagen de la Santina se oró, se proyectó, se vio, por decirlo así, el desarrollo de la Obra”.

Por el Equipo de la Casina