Jóvenes educadores en Burgos se preguntan y se responden: ¿Cómo nos gustaría que fuera la educación hoy? ¿Qué nos preocupa? Ellos forman parte de los Círculos Pedagógicos que están surgiendo al abrigo de la Institución Teresiana.

Después de casi un año que echó a andar el programa Jóvenes por la Educación en Burgos, el 5 de febrero se reanudaron los encuentros suspendidos por las dificultades originadas por la crisis sanitaria.  Contando con que la riqueza que dan los encuentros presenciales no era posible, se decidió seguir de forma telemática y ¡mereció la pena!

Se inició el camino

El objetivo general del programa es plantear y desarrollar un proceso de formación dirigido a jóvenes interesados en la educación con el fin de reflexionar sobre el cambio de sociedad que vivimos y buscar respuestas válidas desde el Proyecto Educativo de la Institución Teresiana inspirado en Pedro Poveda. En marzo del 2020 Burgos hizo una convocatoria a la que respondieron 12 jóvenes, la mayoría antiguos alumnos y algunos profesores del colegio Santa María la Nueva-San José Artesano y se les presentó el proyecto y el programa formativo. De esta manera comenzó en esta ciudad la experiencia que venimos llamando Círculos Pedagógicos.

Objetivos del encuentro de febrero

Dos fueron los objetivos de este segundo encuentro: volver sobre las preocupaciones educativas que los participantes manifestaron en el primer encuentro y crear grupo, estrechar lazos, avanzar.

Una vez compartido lo vivido en este tiempo de pandemia con sus luces y sombras, el grupo reflexionó sobre su trabajo anterior. Recogemos aquí sus aportaciones.

¿Cómo nos gustaría que fuera la educación?

“Abierta a la realidad”, “capaz de acoger la diversidad”; “no evaluativa, sí formativa”, “comprometida con la realidad social, personal, grupal”; “más personalizada y de grupos más pequeños”; creativa, constructiva… eran voces que se escuchaban en la ‘sala’. Otras intervenciones pedían “que cambie los sistemas de evaluación”, una educación “volcada hacia la transformación social”, con “mayor implicación de las familias y de la comunidad educativa”. Se manifestó que la educación debe nacer desde el respeto, la igualdad de oportunidades, la libertad y trabajo cooperativo; que fuese un lugar donde se trabajen las emociones para que los niños sepan expresar lo que sienten; un espacio donde se dé importancia a las artes.

En las intervenciones se manifestó el compromiso por una educación que “priorice a la persona, formándola en el ser más que en el saber”; “que la sociedad, los docentes creamos en las posibilidades de la educación que son muchas”; “una educación basada en la curiosidad, el espíritu crítico capaz de analizar la realidad más cercana, inclusiva”. La educación ha de ser una prioridad para cualquier sociedad. “Me gustaría que la educación fuera inclusiva en la que los docentes estuvieran absolutamente implicados por su vocación y no por intereses laborales”, pedía otra voz.

¿Qué nos preocupa de la Educación hoy?

  • ¿Dónde ponemos el acento?: “Me preocupa que se base excesivamente en qué enseñar olvidando el cómo y el por qué. Educar es mucho más que saber contenidos.” Es importante “enseñar a vivir”.
  • ¿Formamos personas comprometidas con la realidad?: “Me preocupa que no se consiga que los alumnos puedan construir su propia opinión”, “que no acertemos en la contribución a formar personas y mejorar la sociedad”. “Me preocupa que el sistema educativo no pueda crear buenas personas”
  • ¿Estamos al día?: La educación “no está adaptada a las nuevas generaciones, se parece a la mía”. Preocupa que “la educación vaya detrás de los avances sociales y los alumnos no sepan adaptarse a una sociedad cada vez más individual y aislada”; “que exista gente desactualizada. La educación exige una formación continua, nunca se deja de aprender y es necesario actualizar y renovar conceptos y valores que van cambiando según el contexto social y el momento histórico”.
  • Leyes de educación: “Me preocupan los cambios constantes en la Ley”.
  • La educación está muy influenciada por la política. “La desigualdad y los intereses sociales pueden influir dentro de las escuelas”.
  • Otras dificultades: la dispersión, el exceso de información y poca reflexión, poco sentido crítico. La falta de motivación, de ganas de aprender y la falta de trabajo en equipo. Se están perdiendo valores como el respeto a los que nos rodean y al profesor. Preocupa “que no se dé importancia al futuro, a los sentimientos”; “el mundo tan acelerado que vivimos y, por consiguiente, el impacto que tiene en nuestros alumnos”; la carencia de positivismo y la falta de autoridad por parte del profesorado.

Un texto de Poveda: La unión de los maestros.

La lectura y reflexión de los elementos claves del texto de Pedro Poveda llevó a los participantes a subrayar la importancia de soñar, comprometerse y unirse a otros.

“Conveníamos, con igual seguridad, en que de la unión pende nuestra prosperidad, que de la unión hemos de esperarlo todo; que a la falta de unión se debe nuestra desgracia […] La unión de los maestros es el mejor remedio contra todos los males […] En la unión está nuestro triunfo”

Pedro Poveda, La unión de los maestros, 1912, en: Obras II, Ensayos y Proyectos Pedagógicos, [57].

Este encuentro se hace compromiso

El grupo termina la sesión con una descripción de los compromisos cotidianos a los que este segundo encuentro les invita: “buscar siempre que el centro de la educación sea la persona”; “el esfuerzo, a pesar de las dificultades, del trabajo en equipo; “la formación permanente y la actualización constante”.

El encuentro, como se puede apreciar por su contenido, fue muy motivador para todos y ayudó a tomar consciencia de que, tanto de forma presencial como telemática, es posible continuar avanzar y hacer camino. Se valoró mucho este programa de formación que genera ilusión y el compromiso de invitar a otros jóvenes a unirse a estos Círculos Pedagógicos allí donde la Institución Teresiana los promueve.

Por Mª Paz Eskamendi