Supo Elisa lo que para Poveda significa ser “verdaderamente humana con el humanismo verdad”. En el aniversario de su muerte, 5 de julio de 1986, recordamos su testimonio de vida sencilla y entregada, ‘como si fuera tan fácil’.

 Como si fuera tan fácil es el título de la biografía de Elisa Giambelluca que escribe Encarnación González. El ‘tan fácil’ se refiere a la santidad, que Elisa consideraba que no era un lujo, sino una necesidad vital. Asegura Elisa en una de sus cartas a su familia:

“Creo que la Institución guarda en sí las características para hacerme santa, para hacernos santos… Prometo hacer todo lo que pueda para ser santa… Esta quiere ser una promesa real, porque está fundada en la fidelidad incondicional de quien lo puede todo, de que mi Madre María no me dejará, que mis fundadores harán su parte en el cielo…”

El ‘tan fácil’ se convierte así, para Elisa, en una realidad, porque no se apoya en ella misma, sino en la seguridad de Aquel de quien se ha fiado. Y por eso, toda su vida, breve y sencilla, quedó así orientada.

Entendió bien Elisa lo que para Poveda significa ser verdaderamente humana con el humanismo verdad de Jesús de Nazaret. Una llamada que recibe toda persona, no importa su estado, temperamento, edad o sexo, como decía Pedro Poveda a Dña. Carmen Escario en 1898.

“Ha de ser santa y no piense en ser buena solamente. La santidad es compatible con todos los estados, con todos los temperamentos y con toda edad y sexo. No son impedimentos las ocupaciones, los negocios, las contrariedades, la abundancia, la escasez, nada ni nadie. No se requieren penitencias determinadas, tiempo de oración marcado, lectura prescrita, ni rezo alguno en concreto.”

“Requisitos necesarios son: gran deseo y constancia en él: amor a la voluntad de Dios y oración continua (y esto entiéndase al modo que debe ser); y gran confianza en el Señor. Oración continua no quiere decir devociones continuas, solamente constante presencia de Dios.”

 

Por Información IT España