Encuentro con Maite Uribe en Valladolid

Es la tercera escala de Maite Uribe. 30 de abril, Valladolid, una de las once ciudades propuestas para dialogar sobre el Informe del Consejo de Gobierno. Importante había sido la preparación personal y en agrupaciones. Importante, honda fue la escucha y el diálogo establecido en el salón de actos del Colegio Mayor María de Molina. Las participantes, mayoría del Ámbito 4, Castilla.

Después de los saludos en el camino hasta llegar al estrado, Maite y Ana García, toman sus respectivos sitios; preside también una imagen de Nuestra Señora. Pantalla de fondo: un bonito paisaje de lavanda. Amplio horizonte, ancho como las tierras de Castilla…

Ana nos comparte en una presentación proyectada, algunas preguntas que se han formulado.

  • Cómo podemos ser minoría profética
  • Cómo aunar mística y profecía
  • Cómo construir juntas desde la diversidad
  • Qué dirección tomar o retomar
  • Qué propuesta nueva tiene Dios para la IT hoy
  • Cómo vivir este momento de cambio como oportunidad de gracia.

Y recuerda las claves desde las que está redactado el Informe. Nos pone en situación de escucha, de diálogo.

Toma la palabra Maite afirmando que es un Informe fuerte. Hay afirmaciones positivas y elementos que suscitan preguntas. Es una invitación a tomar conciencia juntas, a mirar juntas… y tomar en peso la realidad.

Para comenzar presenta dos cuestiones: mirada a la Institución y formación para el Gobierno. Hay que tener en cuenta siempre las tres dimensiones: personal, comunitaria e institucional, interrelacionadas. En los documentos todo está dicho ¿cómo se aterrizan en las demarcaciones las líneas que marca el Gobierno y cómo las asumen los miembros?

Comparte el plan de formación para la función de autoridad, cuestiones planteadas en torno a este servicio; surgen también cuestiones en torno al acompañamiento espiritual –comunitario y personal- porque personas preparadas las hay y bastantes… pero tiene que haber voluntad de dejarse acompañar.

Pedro Poveda nos dice que los miembros de la Institución están llamados a vivir una vida espiritual intensa y esto requiere vida y acompañamiento. ¿Qué veo yo -se pregunta Maite- de esa vida espiritual intensa? Y responde: somos gente estupenda, de diez, con nuestros límites y deficiencias, a nivel individual fenomenal. Pero ¿institucional?… cuando entra lo relacional se hace complejo. Para avanzar en el camino espiritual se necesita desasimiento, humildad y amor fraterno -Santa Teresa nos lo dice muy bien.

Re-apropiarnos del carisma con identidad propia

¿Cuáles son las causas y el papel de los gobiernos que nos han traído aquí?

Maite va señalando alguna de las causas: un cambio de época, el cambio eclesial que hemos vivido y también dentro de la Institución, en estos 100 años. Somos grupos que llevamos muchos años haciendo camino… fieles hasta el final. Temáticas enquistadas y no elaboradas bien… No hemos sabido trabajar bien los cambios de los años 70. Lo que significaba el cambio, cómo vivir los compromisos como asociación laical… ¡que son los mismos! Las Asambleas han ido introduciendo cambios pero ¿hemos asimilado lo que decían? No todas tenemos la misma comprensión. Necesitamos profundizar, encontrar los medios para que esa nueva comprensión llegue a cada persona. Es tarea de autoridad hacer posible ese cambio de comprensión.

Nuestra identidad. Vamos caminando como Unidad Asociativa, clarificando la identidad de cada vocación dentro de la Institución: núcleo, Acit y movimiento en torno a la Institución. Como cuerpo social tenemos que tener claro el horizonte. Nuestros compromisos asociativos, los del núcleo: puesta en común de bienes, celibato, disponibilidad… si no estamos dispuestas a vivirlos recíprocamente, si no estamos dispuestas a jugar con las mismas cartas rompemos la baraja. La diversidad existe, pero hay un fondo común y un vínculo que nos une, el amor fraterno. Desde fuera reconocen la hondura de nuestros compromisos.

Se detiene a compartir qué es el Movimiento en torno a la Institución, MIT y el rol del núcleo de formar personas y coordinar fuerzas. Como Iglesia en salida no se trata tanto de ser más por nosotros mismos como de ver lo que el carisma puede ofrecer al mundo de hoy. Cómo apoyar a los cristianos que quieren vivir su compromiso con la realidad y qué les podemos ofertar.

Se abre el diálogo

Se abrió un espacio de preguntas, clarificaciones, opiniones, agradecimientos… Maite responde a intervenciones de distintas personas y va desarrollando diferentes contenidos.

  • Cambios y modo de transmitirlos
  • Necesidad de tener un proyecto claro para tener clara la misión.
  • Modos de vida variado, sí. ¿Cómo son los estilos de vida?
  • Re-apropiarnos el carisma. Trabajar con otros. El MIT.
  • Ahondar en los procedimientos en el caminar institucional.

¿Estamos acertando en lo local en nuestra organización? Lugares donde decirnos hoy qué entendemos por “vida espiritual intensa”. Formación de líderes. Periodos de gobierno. Cuidar la complementariedad.

Sabemos que la fidelidad al carisma tiene que ser una fidelidad creativa. El carisma es el mismo, las formas se van adaptando a la realidad. Somos las depositarias del carisma de Poveda quienes tenemos que discernir los modos de encarnar el carisma.

Nuestro compromiso evangelizador y la fidelidad creativa son cruciales, medulares. Nos queda cómo dar forma al MIT para dar apoyo a tanta gente que dice que el carisma es maravilloso pero que no se van a integrar en ninguna de las Asociaciones.

Y ¿cómo no iba a surgir hablar de la película POVEDA? El impacto dentro de la IT ha sido fuerte, y el impacto en “el exterior” notable. Nos anima a aprovechar el momento, a buscar el encuentro con las personas que la han visto, hablar de los proyectos que tenemos hoy…

El reloj marca el final. Son las dos y media. El encuentro continúa en otro lugar, también los saludos y abrazos. Llenamos el comedor del Colegio Mayor. Alegría del compartir.

Por la tarde Maite va a visitar al grupo de “Regalado”. Recorre los espacios de esta casa de mayores, charla con ellas… les agradece, las entusiasma… toda vida es misión, su vida en este momento también es misión.

El deseo de Maite al comenzar la visita al Sector Covadonga, vivirlo como “oportunidad para abrir espacios de diálogo, de confrontación, de discernimiento… ponernos juntas a la escucha del Espíritu… con actitud de búsqueda, de andar en verdad…” se ha cumplido. Lo valoramos, lo agradecemos. Nos deja tarea: “dar pasos hacia ese futuro que siendo de Dios es también un poco nuestro, por lo menos en el deseo, en las aspiraciones, en la capacidad de soñarlo”.

¿Hay sueños que se hacen realidad? ¡Soñemos¡

Texto y fotos: Mary Carmen Lesmes.