“En momentos de sequedad, recurrimos a la metáfora del agua como símbolo de vida, pero queremos preguntarnos por la sed misma”, dijo en la apertura al XIII Curso de la Cátedra Josefa Segovia Jerzy Nawojoski, director del Centro Internacional Teresiano Sanjuanista (CITeS). Recordó que santa Teresa se dirige a personas que tienen mucha sed y ven el agua muy lejos. El Curso llevó por título: ‘Beber en las fuentes: los primeros cristianos’.

 Jerzy Nawojowski, director del CITeS y Mª del Carmen Azaústre Serrano, directora académica de la Cátedra, acogieron y presentaron las jornadas a las 150 personas que, de modo presencial o virtual, participaron en el encuentro.

En sus palabras Carmen Azaústre, directora de la Cátedra, situó estas jornadas en el ámbito de la celebración del centenario de la aprobación pontificia de la Institución Teresiana (1924-2024). Comentó la preocupación de Poveda y la Institución Teresiana por la situación de la mujer y estableció el objetivo de este curso: profundizar en una referencia incuestionable, los primeros cristianos.

Sobre la oportunidad del tema, M.ª Rita Martín Artacho, miembro del Consejo General de la IT que participó en el encuentro, expresó:

“En este año del centenario de la aprobación pontificia de la Institución, ¡qué bien elegido está el título, el tema! Lo he agradecido mucho. Me conecta también con la prioridad de la Asamblea General que nos alienta a compartir el carisma que hemos recibido desde la experiencia, desde lo profundo, desde el ser más que del hacer, al estilo de los primeros cristianos.”

Cinco miradas de acercamiento a los primeros testigos de Jesús

Como expresó M.ª Rita al final del encuentro, los temas de las conferencias “han sido un acercamiento a las fuentes desde distintas perspectivas, lenguajes… No han sido todas las conferencias al uso, sino que ha habido originalidad, creatividad, experiencia, sabiduría.”

Los primeros cristianos: un nuevo estilo de vida

Francesca Cocchini[1] desarrolló, en un primer momento, las cuatro etapas de la vida de los primeros cristianos en los siglos I y II. Y afirmó que “la fe no es solo un contenido que se transmite; sino un estilo, una manera de habitar el mundo, de ser y vivir”. A través de textos de la época se preguntó: ¿cómo los veían desde afuera?, ¿cómo hablan de sí mismos? Francesca relee hoy la carta de Plinio a Traiano, el texto de Atenágoras y la Carta a Diogneto donde surge ese ‘nuevo estilo de vida’ que define a los primeros testigos de Jesús. Cuando se le pregunta a Francesca, cuáles serían hoy los rasgos que distinguirían a los cristianos, no duda en responder: “el amor a los enemigos y el ser capaces de tener unido el mundo”.

Compañeros y amigos de Jesús

Quien tomó la palabra esta vez fue Xabier Pikaza Ibarrondo[2] con el título Compañeros y amigos de Jesús. Volver al principio del camino. Se refirió a los primeros como los “compañeros y amigos de Jesús”, “los que comen el pan juntos”. “El Evangelio es un manual de comer juntos”, dijo. Jesús creó “un grupo humano” y enseñó a la gente a vivir en libertad, eran personas que “sabían morir”. “Jesús creó una comunidad de amor y murió por amor”, y añade: “solo sabiendo morir, se puede vivir en paz, en plenitud.” Invitó a volver al principio del camino.

“El cristiano del mañana será un místico o no será”

¿Cuál es la cuestión decisiva que define a un cristiano?  Ángel Cordovilla Pérez[3] desentraña el sentido y actualidad de una conocida expresión de Rhaner -así subtitula su conferencia- desde su contexto y afirma: “la cuestión decisiva es la espiritualidad, una espiritualidad cristiana y eclesial”, una espiritualidad “mundana, política, encarnada”. Se refiere a la “experiencia del misterio del Dios incomprensible”. Los cristianos vivían en la diáspora y esta situación, comenta, se va a agudizar hoy. Por ello “se hace más necesaria la centralidad de la experiencia de Dios en el fondo del ser humano. Sin esta vivencia entretejida con la trama de la vida cotidiana, no se podrá ser verdaderamente cristiano.”

Sus palabras orientan nuestras vidas

Víctor Herrero de Miguel, OFM Cap.[4] dejó sin palabras al público al presentar el decálogo de los dones que nos entregan los textos antiguos. ‘Sus palabras orientan nuestras vidas. La importancia de los textos antiguos para los cristianos de hoy’ fue el título de su conferencia. “En los textos antiguos nos encontramos con la vida”. Víctor, que se confiesa lector, educador, poeta, estudioso y seducido por las palabras, logró contagiar a todos los presentes. Cuando se leen textos del cristianismo primitivo, lo que sucede es “que el vaso de nuestra vida se convierte en cáliz que contiene vino sagrado, vino de eucaristía”.

En palabras de Carmen Azaústre, Víctor compartió “las actitudes que hemos de tener para ponernos ante un texto y fijarnos en cómo dialoga con nosotros.”

Ser y vivir como los primeros

A través de los escritos de Pedro Poveda, Carmen Rita García Fernández[5] explicó por qué Poveda eligió este referente tan lejano en el tiempo a los cristianos de a pie. En respuesta a los retos de su época, Poveda ofrece un modo de vivir tan nuevo como antiguo. En medio de las estructuras del mundo se trata de vivir la radicalidad evangélica, de manera que “la vida de Jesús se manifieste en vosotras”, dirá Poveda, “este es el teresianismo verdadero”.

Tuvo una palabra para las mujeres, primeras cristianas “protagonistas en los evangelios, evangelizadoras y mártires en la primera época del cristianismo” y cómo Poveda las propuso como modelo: “Quiero ver en vosotras a la mujer fuerte del evangelio”. Recordó a Victoria Díez, maestra de Hornachuelos, que repitió las palabras de Esteban, primer mártir de la Iglesia, cuando ella iba también camino del martirio en agosto de 1936.

Espacio festivo, mesa de diálogo y clausura

Como es costumbre, no podía faltar el espacio festivo y de relax después de tanto esfuerzo mental. Esta vez fue la presencia de la tuna universitaria la que alegró el ambiente de la sala con canto y baile.

Una novedad del curso fue la mesa final de diálogo donde los ponentes pudieron hacerse preguntas ahondando en la temática y que dio paso a la clausura del curso. Con estas palabras se expresó Jerzy Nawojoski:

“Ha sido un lujo. Me siento privilegiado en haber participado, he disfrutado mucho y estoy lleno de agradecimiento. Estoy contento porque el objetivo de esta Cátedra se cumple con creces. Al final, todos los cursos realizados siempre van apuntando hacia la comprensión de la mística. Vamos aterrizando, vamos llegando a lo nuclear, a lo fundamental de nuestro convivir diario. Desde diferentes puntos de vista, vamos a lo sustancial. Son todos los ponentes unos personajes.”

Carmen Azaústre, por su parte, agradeció a la comunidad del CITeS su acogida cada año y todo el año, tanto en el camino de organización, como en el trabajo posterior. Invitó a difundir la publicación del Curso 2023 donde aparecen todas las conferencias y actos de la cátedra: Vivir con sentido en un mundo de incertidumbres y citó a todos los presentes para el XIV Curso de la Cátedra 2025.

Una experiencia enriquecedora

“El fin de semana de la Cátedra Josefa Segovia tuvo matices que creo recordaré en el futuro … Un fin de semana denso que me dejó una mezcla de preguntas y respuestas. El programa del curso fue para mí un camino de inmersión para comprender y responder… Fue una experiencia que nos hace mirar hacia la historia y encontrar allí hombres y mujeres que nos enseñan sobre la fuerza del testimonio y nos llaman a vivir un cristianismo con frescura, siendo levadura y sal en el mundo.”

Clara Medeiros Chaves, Brasil.

“Mucha calidad intelectual, espiritual… Cinco buenos e interesantes ponentes. Han sido muy densas las conferencias… La gente no ha tenido palabras ante la emoción que despertó la poesía de Víctor. Me ha encantado el análisis que ha hecho de la palabra ‘umbral’. Ha transmitido que el Evangelio no es algo anacrónico, sino que es palabra de hoy, es palabra viva.”

M.ª Antonia García de León

“Es una experiencia enriquecedora, no solo por el conocimiento que se transmite, sino también por la convivencia con la gente en una cercanía, en una conversación, en un diálogo que en la vida muchas veces no es posible. Habría que aprovechar más esta oportunidad. Y de manera presencial, todo hay que decirlo. Me encontré con personas que han venido por primera vez y que están encantadas.  En esta casa te sientes como en tu casa.”

Coty Valcarcel

“Víctor Herrero me ha llevado a las más altas cimas de la poesía y del sentimiento. El juego que hace de palabras, la búsqueda que hace del origen de la palabra, de los distintos significados y cómo estos le van llevando a una idea compleja, me parece maravilloso; eso es muy científico. Le admiro mucho. Realmente es muy sugerente, es un artista maravilloso.”

Luis Gómez Ullate

“¡Qué me llevo! La alegría del encuentro con tantos rostros, con tantas personas conocidas, queridas… que ensancha el corazón. ¿Con qué palabra me quedo? Con lo ‘nuevo’. Estamos en una etapa de mucha esperanza porque lo nuevo es el Espíritu… Pero lo nuevo también es mirar el pasado, agradecerlo, reconocerlo; vivir el presente con toda su complejidad, con toda su fuerza. Mirar el presente que se nos regala. Y desde luego, mirar el futuro con mucha esperanza. Ojalá haya más personas que puedan disfrutar, aprovechar este magnífico foro. Me comprometo a ser pregonera de esta magnífica actividad que la Institución realiza en España.”

M.ª Rita Martín Artacho

 

[1] Catedrática jubilada de Historia del Cristianismo en la Università degli Studi di Roma Spaienza y profesora invitada en la Pontificia Università Lateranense. Profesora jubilada de Patrología, Siglos I-III en el Pontificio Istituto Patristico Augustinianum.

[2] Ha sido profesor en la Universidad Pontificia de Salamanca. Escritor.

[3] Universidad Pontificia Comillas.

[4] Universidad Pontificia Comillas.

[5] Directora de la Edición Crítica de las Obras de S. Pedro Poveda.