Hay palabras que van desapareciendo de nuestro vocabulario cotidiano pero que cobran valor nuevo en el vivir diario cuando hablamos de construir un mundo más agradable. Una de ellas es ‘gentileza’, sinónimo de cortesía, amabilidad, educación, cordialidad, delicadeza, elegancia… Daniel Lumera trae a colación esta palabra para hablar de educación hoy, una educación que quiere ser transformadora y atrayente, porque “ser gentil es contagioso”.

El pasado 8 de febrero, en el marco de las celebraciones del Centenario, de la aprobación pontificia de la IT desde la ciudad de Valencia (España) se ofreció un encuentro virtual con Daniel Lumera[1] sobre El valor de la gentileza en la gentileza en la educación. El encuentro contó con la participación de más de un centenar de personas que lo siguieron por zoom.

El título de la conferencia no era accidental: como se recordó en la introducción, es un eco de la pedagogía povedana, que insiste: “Con dulzura se aprende, con dulzura se enseña, y se hace todo lo bueno”. O las otras palabras de Poveda: “La afabilidad, la dulzura… son las virtudes que conquistan el mundo”.

En su presentación, Lumera recordó la génesis del proyecto Gentileza[2] que tiene ahora un carácter internacional. Solo en Italia, más de 350.000 personas participan en el movimiento. Además, aportó datos científicos que demuestran que la gentileza cambia los genes. Diversas investigaciones han demostrado que las personas gentiles viven más y enferman menos. Esto supone una revolución en la ciencia en una sociedad competitiva, marcada por la premisa de Darwin de la supervivencia del más fuerte.  “Una persona gentil nos hace sentir bien y crea una química que sana”, afirmó. Añadió que la gentileza es una provocación social imprescindible en nuestros tiempos. “La gentileza se traduce en comportamientos virtuosos… La gentileza se hereda, pero también se puede entrenar”, dijo.

Lumera compartió sus reflexiones y experiencia sobre tres dimensiones de la gentileza: intrapersonal, interpersonal y colectiva. En experiencias realizadas en escuelas, ayuntamientos y prisiones, se ha comprobado que la gentileza cambia no solo el cuerpo de la persona gentil, sino también el de otras personas, infundiendo valores como la verdad, la utilidad, la gentileza, la lealtad y la paz. Sin embargo, insistió, se ha visto cómo en ambientes laborales donde falta la compasión y la gentileza se han dado pérdidas económicas de más de 450 mil millones. Donde la gentileza está presente, se mejora en un 2.000 por ciento.

Daniel invitó a las personas participantes a cumplir cada día cuatro actos de gentileza: hacia los demás, hacia nosotros mismos, hacia animales y plantas y hacia la Naturaleza.

Enlace a la conferencia aquí.

El encuentro generó un espacio de ‘gentil agradecimiento’.

Por Información IT España

[1] Daniel, es biólogo naturalista e investigador en sociología de los procesos culturales y comunicativos. Es conferenciante y referencia internacional en el área de las ciencias del bienestar, la calidad de vida y la práctica de la meditación. Ha escrito muchos libros. Destacamos el último titulado Biología de la gentileza. Es creador de un método que ayuda al diseño consciente de la propia vida personal, profesional y social. Se trata de una metodología aplicada internacionalmente en empresas públicas y privadas, el sistema escolar, las prisiones, la sanidad y en el acompañamiento en los procesos terminales de la vida.

[2] Se trata del Movimiento Internacional de la Gentileza. Una red mundial para difundir la gentileza y los valores afines en el tejido social y promover su aplicación a través de los 6 “pilares del bienestar”: relaciones felices, nutrición, meditación, movimiento físico, arte, música y naturaleza.