Con el título Construyendo nuestras historias de vida un grupo de jóvenes, extranjeros en su mayoría, se encontraron en Santa María de Trassierra del 14 al 20 de julio en el Campamento Intercultural que organiza la Institución Teresiana.

Han participado 24 jóvenes de Argelia, Irak, Perú, Marruecos, Camerún, Paquistán, Venezuela y Etiopía. Estos chicos se encuentran en España acogidos por diferentes organizaciones y todos forman parte de asociaciones o fundaciones que promueven la inclusión de migrantes: Proyecto Rajab, AMISI, Asociación Igualdad y Desarrollo Social, Casa Mambré, Jaén Acoge, Casa Municipal de Acogida de Córdoba o Casa Redemptoris Mater de Córdoba. Acompañaron la experiencia tres adultos pertenecientes a las entidades organizadoras y colaboradoras, tanto de la Institución Teresiana como de AMISI y de Igualdad y Desarrollo Social.

Actividades nucleares

Retos, dificultades, apoyos y obstáculos en el proceso migratorio fue el título de la ponencia de Sani Ladan, escritor de origen camerunés. En el coloquio se reflexionó sobre lo vivido en el proceso migratorio y el análisis de la situación actual para ir configurando un futuro con el que comprometerse desde la formación y la cualificación profesional. Ayudó a identificar los principales obstáculos en el proceso migratorio, a descubrir los apoyos y a revelar las propias competencias que han servido, y sirven, para recorrer el camino hasta la meta soñada. Una de las tareas fue definir el plan de vida a corto y largo plazo: elementos imprescindibles, apoyos necesarios y compromisos personales formativos.

“En ocasiones, los inmigrantes vivimos situaciones tan graves que necesitamos de las organizaciones de acogida y autoridades políticas medidas de emergencia, aunque con vista a largo plazo. Tenéis que salir de ‘aquello que siempre se hace’ y reinventarse las acciones que favorezcan la integración. Los migrantes podemos aportar ideas, no lo olvidéis los nacionales.”

Akhas, joven de Paquistán

A partir de la película Dilo alto y fuerte, dirigida por Nabil Ayoub, el grupo se situó frente a la Música como herramienta de empoderamiento. ¿Cómo empoderarse a pesar de los obstáculos culturales o religiosos? Un encuentro con la música como herramienta de denuncia, crecimiento y liberación.

El dúo musical Ceci y Berna ofrecieron en directo un concierto con canciones de diferentes épocas y culturas que levantó a más de uno y una de su asiento y los puso a bailar.

No podía faltar la visita intercultural a Córdoba y a la propia Trassierra. La iglesia de Trassierra hunde sus cimientos en una edificación romana, muestra una pileta para las abluciones de la antigua mezquita y un brocal de pozo califal. Está levantada con arquitectura mudéjar y decorada con un retablo barroco; un conjunto excepcionalmente bello. En Córdoba los participantes hicieron un recorrido guiado desde las tumbas romanas de la puerta Gallegos a la Mezquita Catedral, pasando por la judería, la sinagoga, baños califales y el Alcázar de los Reyes Cristianos.

Espacio de convivencia

Sí, porque el espacio de convivencia y de relación es una escuela de vida. Vivir la interculturalidad como riqueza y, a la vez, experimentar la dificultad en la interacción social y humana ofrece espacio para el crecimiento personal y de grupo. La convivencia sacó a la luz las dificultades del encuentro en la diversidad y exigió de los integrantes, jóvenes y adultos, poner en juego los recursos necesarios para resolver el conflicto y la disparidad propios de cosmovisiones y creencias diferentes. Se vivió la riqueza de la interculturalidad en la gastronomía y en la fiesta.

Joaquín se peguntaba por qué faltan jóvenes españoles dispuestos a mezclarse con jóvenes extranjeros y vivir la experiencia de una fraternidad intercultural. “¿Qué hacen las organizaciones que trabajan con jóvenes para impulsar su participación en este tipo de encuentros?”

Es necesario seguir avanzando en este tipo de experiencias con la incorporación de jóvenes españoles. No es una tarea desprovista de dificultades y dudas; lo fácil es la segregación e invisibilidad de lo diferente porque así no cuestiona ni desestabiliza. ¿Pero no estamos llamados a acoger, proteger, promover, integrar?

Por Francisco Campos Maza