Con el objetivo de visitar y conocer a ocho testigos de la fe que han vivido en Madrid y aprender de ellos con qué ojos miraban su realidad, Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, inauguró el día 3 de noviembre la Ruta de la Santidad.

San Isidro Labrador (1079-1172), santa María de la Cabeza (+ 1175), san Alonso de Orozco (1500-1591), santa Soledad Torres Acosta (1826-1887), santa Vicenta María López Vicuña (1847-1890), santa Carmen Sallés (1848-1911), san José María Rubio (1864-1929), y san Pedro Poveda (1874-1936) nos recuerdan que todos estamos llamados a ser santos en el mundo actual. Hay mártires, esposos, educadores, sacerdotes, religiosos… Son mujeres y hombres testigos que aportan la riqueza de sus diferentes formas de vivir el Evangelio.

La Delegación Episcopal para las Causas de los Santos y la Delegación Episcopal de Jóvenes han diseñado este recorrido por los lugares donde reposan los restos de los ocho santos enterrados en la diócesis. Es una ruta abierta a todos los peregrinos… pero pensado de manera especial para los jóvenes.

El miércoles 3 de noviembre se recorrió de manera oficial la ruta partiendo de la Colegiata de San Isidro donde Laura Moreno, delegada episcopal de jóvenes, presentó el sentido de la Ruta de la Santidad. Culminó ante el sepulcro de san Pedro Poveda en el Centro de Espiritualidad Santa María de Los Negrales. En este lugar, el cardenal Osoro presidió la Eucaristía con la Misa propia de Pedro Poveda y de los santos y beatos mártires del siglo XX en España.

Por IT España