Este tiempo de confinamiento durante la emergencia sanitaria por COVID-19 ha supuesto para todos los centros educativos de la Institución Teresiana en España un gran reto personal y colectivo para reinventarse y poner en juego lo mejor de lo que somos y de nuestra propuesta educativa, para continuar educando desde la pedagogía del amor dando respuesta a los desafíos que la realidad presentaba a pesar de las circunstancias y la distancia. El Secretariado de Centros quiere compartir lo más significativo de este tiempo.

Un gran esfuerzo pedagógico

Durante este tiempo se ha unificado la respuesta educativa de centro tanto para el trabajo con el alumnado como en las vías de comunicación, priorizando la atención personalizada desde un feedback permanente al alumnado y a las familias e intensificando las medidas de atención al alumnado con NEE. Todo ello ha exigido planificación y seguimiento de tareas motivadoras, readaptación de la programación, temporalización y selección de contenidos; trabajo con las familias en estrecho contacto y colaboración; refuerzo del trabajo colaborativo y coordinación del profesorado para facilitar que ningún alumno quedara excluido.

Las realidades, habilidades y posibilidades del alumnado, así como las circunstancias familiares, podían ser muy diversas por lo que se ha intentado priorizar a la persona por encima de cualquier cuestión académica; dadas las circunstancias, la salud física y emocional de nuestro alumnado han sido nuestra prioridad.

Los centros han optimizado el uso de recursos tecnológicos e incorporado otros, definiendo protocolos de uso con familias y alumnado; esto ha supuesto la actualización del profesorado y ha abierto un camino formativo que ha de continuar. Se valora especialmente la intensificación en la coordinación de los equipos, el desarrollo de la creatividad en la generación de propuestas y actividades, para las que se han utilizado herramientas que hasta ahora no se habían previsto. El despliegue y formación en la competencia digital de los docentes creció en el día a día al servicio de la tarea pedagógica.

Creatividad para acompañar el crecimiento espiritual

Desde la Pastoral de los centros se han mantenido las motivaciones cotidianas de los Buenos Días para las diferentes etapas educativas con el deseo añadido de que pudieran realizarse en familia. Así mismo se ha cuidado la oración mensual con el claustro de profesores, las celebraciones on-line de la eucaristía con toda la comunidad educativa y la celebración del 4 de mayo a nivel de Red de Centros. Las Pinceladas de identidad, a modo de vídeos, han sido trasmitidas por nuestras RR SS para el acompañamiento al personal de los centros. Además, se han hecho llegar las oraciones preparadas todos los jueves por el Movimiento ACIT Joven, así como sesiones de interioridad para alumnado y familias.

Para vivir el Triduo Pascual en familia se han facilitado recursos y materiales a través de las redes sociales. Con otro formato, se han mantenido las campañas de solidaridad previstas en la programación del curso escolar y se ha participado en otras de apoyo y acompañamiento a los enfermos de COVID, así como también se ha colaborado en la elaboración de pantallas de protección.

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Mayor y mejor comunicación

Desde el comienzo se ha intentado mantener la comunicación con la comunidad educativa en diferentes temas de interés: acompañamiento a los alumnos y sus familias por parte de los tutores, oferta de diferentes propuestas para hacer llevadero el confinamiento y mantener la cercanía a través de las redes sociales. Se ha cuidado la información fluida a las familias, profesorado y alumnado, utilizando todas las herramientas posibles, con el fin de asegurar la notificación de todos los cambios que se iban incorporando tanto a nivel pedagógico y normativo.

El nivel de comunicación con las familias ha mejorado sensiblemente en cantidad y en calidad, favoreciendo el contacto personal en la distancia.

 Comprometidos con el acompañamiento y el cuidado 

El acompañamiento del alumnado ha sido proactivo en todas las dimensiones: pedagógica, pastoral, emocional, social… sin esperar la demanda de la comunidad educativa, pero contando con ella y muchas veces, las fuerzas sociales del entorno. Cabe destacar el refuerzo del apoyo emocional al alumnado y el acompañamiento a muchas familias por parte de los tutores/as, profesorado y los Departamentos de Orientación y Apoyo educativo en cada centro que hicieron un seguimiento exhaustivo del alumnado que, por un motivo u otro, no daba respuesta (bien por ellos, bien por las familias); que han facilitado materiales escolares y tecnológicos (libros, ordenadores) para los que no disponían de medios; que han puesto todos los medios posibles por asegurar el proceso de garantía alimentaria para alumnado en riesgo. El apoyo mutuo y el trabajo en equipo han sido fundamentales para este seguimiento y hacer el reajuste constante que permitiera dar respuesta a la situación y el desarrollo del curso.

Por último, destacamos la implicación y entrega generosa y gratuita del profesorado en esta situación tan compleja; su esfuerzo en el aprendizaje y utilización de nuevas herramientas online; la coordinación a nivel de Red de Centros, con distintos grupos de trabajo que se han ido creando (directores de centro, de etapas, orientación, pastoral) ante la necesidad de compartir e incorporar iniciativas, contrastar información y tomar decisiones cuando las circunstancias lo requerían.

¡GRACIAS! a todo el personal de la Red Centros por haber vivido + nuestro ser comunidad educativa Institución Teresiana. Os dejamos el enlace a la última pincelada de gratitud y reconocimiento: https://drive.google.com/file/d/1JML4ZWraNacBcA-1faRMUy-kK4624u0k/view?usp=sharing.

Por Secretariado Poveda de Centros Educativos