Iniciamos un nuevo curso en el Proyecto Rajab de la IT en Jaén, renovando nuestro compromiso de ser puente. Ser puente y no muro. Ser lazos de unión de razas, culturas, religiones, costumbres, modos de vivir y pensar. Ante el continuo goteo de datos de inmigrantes muertos en nuestras costas mediterráneas, se necesitan apuestas decididas por la convivencia en igualdad de dignidad y posibilidad.
Los muros separan y dividen, sembrando dolor y muerte. Los puentes unen, siendo lugares de encuentro entre personas de diversos Países y culturas, e iguales en dignidad. Los puentes son lugares de diálogo y riqueza en la diversidad. Lugares de búsqueda de la justicia y esperanza activa. Lugares de unión, de alegría y fiesta.
Diálogo, unión, reciprocidad
Rajab Jaén es un proyecto en el que colaboran personas voluntarias y tiene el apoyo de la Asociación Educación y Cultura. Une a personas de diferentes países: Senegal, Pakistán, Marruecos, India, Guinea, Sahara Occidental, España…
Deseamos que el diálogo y la reciprocidad sean las características de este puente, que es el puente que Pedro Poveda comenzó a construir en Guadix. Puente que, partiendo de Guadix, continuaron construyendo después muchas otras personas en diversos lugares del mundo, el puente que también ha llegado hasta aquí. Es el puente que queremos ser.
La inauguración de curso a finales de octubre ha sido un momento en el que vivir la pasión por ser puentes, ser lazos de unión de razas, culturas, religiones, costumbres, modos de vivir y pensar.
Y creemos que desde el proyecto Rajab se está dando una respuesta imprescindible y muy en la línea de la última Asamblea de la IT donde se nos pide:
“Tejer redes de fraternidad en el mundo, reconociendo la diversidad, siendo inclusivos, apostando por el diálogo y la igualdad. Comprometernos con las familias, agentes de transformación social, y caminar con los jóvenes en una sociedad en cambio”.
Deseamos hacer realidad este puente, el puente de Poveda en la familia Rajab.
Equipo Rajab.
Jaén, octubre de 2018.
