El pasado día 7 de enero, en Avenida del Valle, Madrid, 48 personas nos encontramos con el Consejo de Sector en respuesta a la convocatoria que, desde el Consejo, se nos había hecho llegar y que respondía a la voluntad de dar continuidad al encuentro que habíamos tenido con Maite Uribe, el 8 de octubre de 2016, las personas de esta franja de edad.

El encuentro, que abarcaba desde las 11 hasta las 18 horas, estaba dividido en siete momentos que, aunque tenían en sí una intencionalidad propia, ayudaban en su conjunto a que el día fuera vivencial, poniendo en juego los cinco sentidos para construir el presente con una mirada de futuro.

El primer momento: la llegada y acogida

Fue un espacio para el encuentro y el reencuentro, para felicitarnos por el nuevo año, para recordar juntas cuándo había sido la última vez que nos habíamos visto.

El segundo momento: compartir motivaciones

En la carta de convocatoria, las personas del Consejo concebían el segundo momento como un espacio en el que compartir las motivaciones que las habían llevado a proponer este encuentro, su objetivo, y lo que se esperaba de él. El Consejo compartió con nosotras el proceso que, como grupo y con la ayuda de algunas personas, había vivido para llegar a compartir la Visión, apropiarse de ella, y elaborar el Plan estratégico. Y nos hizo partícipes de tres necesidades que detecta: capacitación en el liderazgo y mediación, trabajo en equipo e innovación pedagógica.

Tercer momento

“No es tanto lo que construimos sino cómo lo construimos”. El encuentro quería ser un simulacro de la realidad y, por ello, participamos de una dinámica en la que, desde el silencio, intentamos individualmente dar respuesta, por medio de símbolos, a los porqués (qué me mueve, por qué me levanto, qué visión tengo del mundo…), los cómo (los valores, los principios, las creencias…) y los qué (lo que hacemos expresa la visión de nuestros porqués), que pueden ayudar a apropiarnos de la Visión.

Esta dinámica tuvo diferentes momentos: individual, en pequeño grupo y una recogida posterior en sala. El proceso que nos proponían para el compartir era el siguiente: pasar del porqué al cómo y al qué, es decir, hacer un camino desde dentro hacia afuera. Fue un espacio en el que constatamos que, así como en los porqués estamos todas de acuerdo, no tenemos la misma sintonía en cuanto a los cómo y a los qué.

Cuarto momento: comida compartida

La comida compartida, integrada en la experiencia sensorial del encuentro, fue el cuarto momento. Como en muchos de nuestros día a día, la preparamos entre todas. Cada una trajo algo para compartir, intentando evitar el despilfarro, y nos repartimos las tareas: poner la mesa, cortar el pan, llevar jarras de agua, reponer, recoger y lavar. Fue un rato distendido para compartir los productos de cada lugar y el sentir de la mañana.

Después de la comida, vimos juntas un vídeo del Consejo de Cultura que nos mostró la realidad de nuestro mundo como una realidad de contrastes, de opuestos. Los “cómo” y los “qué” que buscamos, que queremos elegir, han de responder a esa realidad.

Quinto momento: algunas experiencias

A continuación, el Consejo de Sector nos explicó algunas experiencias (“qué”) que se están poniendo en marcha y su motivación: Seminario taller de formación de colaboradores para profundizar en algunas ideas claves desde los escritos pedagógicos de Poveda; y la propuesta educativa del Colegio Mayor Santafé, desde una concepción holística que incluye alguna reforma del edificio. Después tuvimos un espacio para dialogar sobre estos “qué” y, a partir de ellos, llegamos a tratar otros aspectos que nos inquietan en este momento de la Institución.

Hablar sobre aquello que nos preocupa, que llevamos dentro y nos sale espontáneo cuando tenemos un espacio para expresarlo, ocupó el resto de la tarde hasta el sexto momento (más breve de lo previsto): espacio de interioridad para reposar lo vivido, entrar dentro de nosotras, escuchar la voz del Espíritu y ver a qué nos sentimos llamadas.

El diálogo de la tarde nos devuelve que necesitamos buscar juntas las concreciones de los “cómo” y los “qué”, las estrategias, que queremos buscar vías de participación para sentirnos todas en búsqueda compartida, y que necesitamos seguir dialogando, conocer desde dónde se expresa cada una de nosotras para ser capaces de entendernos. El Consejo cerró este espacio de diálogo dando muchas gracias por la escucha mutua, y recordándonos que está siempre abierto a sugerencias y propuestas.

Séptimo momento: compromiso, envío y despedida

Y finalizamos la experiencia, que tendrá continuidad, escuchando juntas el Padrenuestro en arameo, la lengua de Jesús, y pintando una estrella entre todas, símbolo de la construcción conjunta de la vocación, y en clara referencia al texto de Josefa Segovia.

Mª Magdalena Alcover, 17 enero.