“Tengo la honda convicción de que se nos abren caminos de vida, de futuro y esperanza”. Son palabras de María Rita, vicedirectora general de la Institución Teresiana (IT), en La Línea de la Concepción. El 13 de junio la IT de La Línea convocaba a familiares y amigos para celebrar la presencia de la IT en el mundo de hoy.
Más de 70 personas –miembros de la Institución Teresiana, familiares y amigos—se reunieron el 13 de junio en el Colegio San Pedro de La Línea de la Concepción, Cádiz, para celebrar la presencia de la IT en nuestro mundo, mirando no tanto a su pasado como al nuevo impulso para el hoy.
Una honda convicción
Con el título La fuerza que alienta y fortalece la IT en el hoy, la conferencia de María Rita Martín Artacho partió de la realidad presente de un mundo difícil, y expresó: “Tengo la honda convicción de que se nos abren caminos de vida, de futuro y esperanza”. Fue desgranando luego esa convicción sobre tres ejes: la certeza de sabernos llamados y elegidos como personas y como pueblo; la certeza de sabernos amados incondicionalmente; y, por último, la certeza de sabernos enviados a una misión.
Al profundizar en cada uno de estos puntos, María Rita fue entretejiendo textos de Pedro Poveda sobre la llamada de los miembros de la Institución -“a quienes ahora son pueblo de Dios”- a los que unió también pasajes de llamadas en el Evangelio. Zaqueo, la Samaritana, los primeros discípulos… fueron nombrados como ejemplo de una llamada misericordiosa, una presencia gozosa y viva de Dios.
Para vivir esto hoy como Institución Teresiana, María Rita llamó a la interioridad, a hacer de la vida una oración desde la segunda certeza, la de saberse amado incondicionalmente. “En nuestro hoy,” indicó, “vendrán y vienen dificultades, pruebas, dudas… momentos difíciles, experiencias dolorosas; pero la casa estará asegurada porque ha sido construida sobre cimientos sólidos”.
Como respuesta a esa certeza de amor incondicional, recordó algunas de las realidades en las que la Institución está presente hoy en diversos países de diferentes continentes: el Centro Bana Ya Poveda, que acoge niños de la calle en Kinshasa, Congo; el Centro de Derechos Humanos Victoria Díez en México; la Fundación Josefa Segovia en Davao, Filipinas. Comentó, además, otras presencias de la IT en Tierra Santa, en el Proyecto Rajab de Jaén, en InteRed (ONGD de la IT).
En su último punto, o certeza, el envío a la misión, María Rita subrayó tres ideas esenciales: ir por todo el mundo; dar fruto duradero; saber que la elección viene de Dios. Comentó entonces las tres grandes líneas de misión marcadas por la Asamblea General para el quinquenio hasta 2028: tejer redes de fraternidad, compromiso con las familias como agentes de transformación social, y caminar con los jóvenes en una sociedad en cambio.
Invitación a ser comunión, esperanza, paz
Concluyó con la invitación extendida a todos a participar siendo instrumentos de comunión, portadores de esperanza y artesanos de paz. Haciendo alusión al jubileo de la esperanza en el que la Iglesia universal está implicada, insistió en la invitación de la Asamblea de la IT de 2023: “Que los espacios donde compartimos la fe y la vocación nos permitan una nueva manera de vivirnos… que sean espacios abiertos, basados en la comunicación profunda… espacios en los que se da el perdón y se acogen las fragilidades…”
Recogiendo ese sentido de esperanza, comentaba Silvia Nuñez al final de la conferencia:
Siendo personas de paz, amables, pacientes. Que quieren vivir en este mundo convulso LA ESPERANZA. Con unas líneas de acción claras para la transformación del mundo por medio de la educación, la cultura y la Justicia, al estilo de los primeros cristianos como quería Poveda.
La voz de los participantes
Durante la convivencia y celebración que siguió a la conferencia, varias personas expresaron las ideas que les habían sido más significativas, enfatizando sobre todo el sentido de misión y la valoración de las realidades presentes de la Institución en todo el mundo. “He percibido el estilo de familia en todo el encuentro” comentó Agustín Colorado.
Sobre la primera certeza o eje, el “sabernos llamados”, Paqui Ruiz resaltó: “Antes eráis no pueblo, ahora sois pueblo de Dios. Estamos llamados a construir juntos, como pueblo”.
Qué bonito es sentirse llamada por Dios para, después de haber experimentado su amor, ser instrumento de él para hacer llegar este amor a todos … Sentirse amada por Dios e impulsada por la Institución, que con una mirada al mundo actual, quiere dar respuesta a la realidad del momento.
Mariló Fernández
Ana Mª López subrayó “la Espiritualidad de Encarnación: Jesús en el centro de mi vida, la fuerza que da la presencia de María (su fortaleza) y mi relación con los demás según las claves de Poveda”. Y añade Emilia Ortiz:
Nuestro centro Jesús, al que tenemos que seguir, al que tenemos que imitar… en todo lo humano. Seguir a Jesucristo: cómo fue su caminar, cómo debe ser nuestro caminar. En la segunda parte: ¿Dónde estamos, dónde trabajamos, dónde cumplimos su misión? …Id al mundo entero. Entregar nuestro carisma, con diversidad de culturas, razas, lenguas…
El público agradeció la información sobre algunos de los proyectos donde la Institución está dando respuesta a los gritos de nuestro mundo.
Me gustó la interrelación que hizo entre textos del Evangelio, de Pedro Poveda, Casaldáliga, Miguel Hernández. También los distintos Proyectos que tiene la Institución hoy por el mundo: los niños de la calle (Congo); bibliotecas en Tierra Santa; Proyecto Rajab con inmigrantes (Jaén); Intered… Nos sentimos, como Pedro, preguntados/as por Jesús: ¿Me amas? Un amor que no es reproche, que es confirmación de su amor hacia cada uno de nosotros.
Dori
Otra persona invitada comentó:
Desde el principio me ha parecido muy interesante, pues te enteras de la labor tan grande que está haciendo la Institución Teresiana, que yo ignoraba. Tanto en el amor y el trabajo tan desinteresado y personal que se dedica a esta gran labor y dedicación. Seguir la obra de su fundador y el legado que dejó, y haya tantas personas que sigan su obra.
En definitiva, el encuentro en La Línea de la Concepción inyectó un renovado impulso de esperanza y compromiso hacia el futuro. La reflexión profunda sobre la llamada, el amor incondicional y la misión, junto con la visibilización de su impacto en algunas parcelas pequeñas de nuestro mundo sufriente, reafirma a la IT como una fuerza viva y transformadora, dispuesta a seguir tejiendo redes de fraternidad y justicia en un mundo en constante cambio.