Reparar un mundo roto, como dijo el director del CITeS, “no es solo un desafío, hoy es un imperativo”. La Cátedra Josefa Segovia propuso este tema de reflexión en el Curso XIV de 2025 y proporcionó a todos sus participantes “un balcón de luz”, como expresaba Josefa Segovia, para contemplar el mundo roto y encontrar, entre las grietas, caminos de luz.
Una vez más el Centro Internacional Teresiano Sanjuanista (CITeS) de Ávila, en el fin de semana del 28 al 30 de marzo, celebró el Curso XIV de la Cátedra Josefa Segovia. Su título, Reparar un mundo roto, como bien dijo en el saludo inicial Jerzy Nawojowski, director del CITeS, “no es solo un desafío, hoy es un imperativo”. Jerzy recuerda que este año da comienzo la Cátedra en un día muy especial: el aniversario del nacimiento de Santa Teresa en 1915.
Carmen Azaústre, directora académica de la Cátedra, recibió a los participantes y expuso el programa de estas jornadas, así como su motivación. El sábado, Carmen recordaría también que el 29 de marzo la Institución Teresiana celebra el día en que fallece Josefa Segovia después de haber pronunciado su ‘Fiat’ el 25 de marzo, fiesta de la Encarnación. A continuación, M.ª Jesús González Garmendia presentó el libro Beber en las fuentes: Los primeros cristianos, que recoge el contenido del curso XIII de la Cátedra 2024.
El Espíritu se derrama en la fragilidad, entre grietas…
Javier de la Torre Díaz pronunció su conferencia El Espíritu se derrama en la fragilidad. Respondiendo a la pregunta “¿qué es la fragilidad?”, comentó que vivimos experiencias de fragilidad cultural, social, antropológica, emocional, biográfica y relacional. “Hay que aprender a vivir la fragilidad”, dijo. En un segundo momento, de la mano del papa Francisco, fue desentrañando cómo “el Espíritu se derrama en la fragilidad”, en las fracturas de la historia. El Espíritu hoy nos vuelve a llamar para “comprender, perdonar, acompañar, esperar e integrar” nuestras fragilidades y recuperar este mundo roto desde la compasión y la misericordia que encontramos en Jesús.
Una historia de vulnerabilidad y amor. “Hay una grieta en todo… Así es como entra la luz”. Leyendo y orando las Escrituras con Leonardo Cohén. Con este título, Sean Goan, después de presentar datos biográficos de Leonard, buceó en la experiencia que él canta en sus canciones. Fue desgranando esa presencia-ausencia del ‘sin nombre’ que llama al ‘hombre roto’ para una tarea irrenunciable: ‘reparar el mundo roto’. Terminó su exposición con dos palabras hebreas que resumen la espiritualidad bíblica del cantautor: Hinneni (aquí estoy) y Hallelujah (aleluya).
…con un rostro cuidador
En su conferencia, Margarita Saldaña Mostajo mostró el “rostro cuidador del Dios bíblico”, un Dios “reparador de brechas”. “No es un nombre más” -afirmó- “sino un título que Dios ofrece como promesa”. En su recorrido por las Escrituras destacó las brechas de la historia humana fracturada: la brecha en la relación fundamental entre la humanidad y Dios, la brecha del cuidado, de la hermandad, de la justicia. Describió a un Dios “amigo de la vida” que no se desentiende, sino que se compromete y lo hace reparando “con cuidado”. A continuación, comentó las experiencias de cuidado que hacen mujeres bíblicas y desarrolló cómo ese rostro de Dios adquiere en Jesús rasgos encarnados de cuidado. Terminó su exposición dando algunas claves desde donde podemos seguir reparando nuestras brechas.
La familia es el lugar de la desnudez estructural
Fernando Vidal profundizó sobre las Roturas, abandonos y redención en el corazón de las familias. “El hogar es una segunda piel”, comenzó diciendo Fernando. Y es que en la familia compartimos la desnudez del límite y la grandeza, de la gloria y la propia miseria. La polarización económica, social y cultural produce rupturas en el corazón de las familias. Describió la triple desnudez que vivimos: la desnudez del ‘impoder’ cuando nacemos, la permanente herida de la desnudez ante el mal y la desnudez frente a la muerte.
Grietas de luz
En la Mesa de experiencias, varias voces desde la educación, la medicina, el voluntariado y la música, tuvieron la oportunidad de aportar Algunas grietas de luz en la cotidianidad. Lola Moreno García, Thomas Sheehan, Consuelo Millán Herrera y Rufina Cárdenas compartieron su testimonio desde la propia profesión. Rufina deleitó al público con una canción inédita creada para esta ocasión: Tiempo y sazón.
Al terminar el encuentro, Jerzy expresó que, si las conferencias suscitaron preguntas sobre el cómo hacer, estas últimas intervenciones ofrecieron interpelaciones sobre cómo ser. Cómo “ser docente, voluntaria, médico, artista… en nuestro mundo”.
Carmen Azaústre hizo referencia a palabras que se habían repetido en todas las intervenciones de la mesa: “escuchar”, “humano, humanidad”. También resaltó algunas expresiones de cada uno de sus integrantes: “educar la mirada”, “encuentro físico”, “humanidad en el tratamiento”, “todo tiene su tiempo, todo tiene su sazón”.
Espacio para el arte
En el programa no podía faltar el arte. Marta Boldú y José M. Micó transmitieron a los presentes, con su voz y su guitarra, algo mucho más que letra y música en el concierto Reunión de amigos. La noche del sábado llegó con la historia de Phiona Mutesi (una joven ugandesa) a través del cine: La reina de Katwe.
Gracias y hasta pronto
Jerzy y Carmen finalizaron el encuentro con palabras de gratitud a todos los que hicieron posible este encuentro y citaron a todos para el próximo curso de la Cátedra Josefa Segovia en los días del 27 al 29 de marzo de 2026.
El curso concluyó con un profundo sentido de esperanza y renovación. La Cátedra Josefa Segovia, una vez más, cumplió su misión de iluminar caminos hacia la reparación y el cuidado. Recordó que, incluso en la mayor oscuridad, la luz siempre encuentra una grieta por donde entrar.