Si vas a Covadonga, entre los muchos lugares del Santuario, La Casina es un lugar más a visitar. “Siempre habrá alguien para abrirte la puerta”, asegura Isabel Acereda. Frente a la Santa Cueva, muy cerca de la Santina, se encuentra la Sede de la Institución Teresiana. Pedro Poveda escogió este espacio como lugar de oración y acción de gracias permanente.

Covadonga siempre es un lugar incomparable para estar y disfrutar del verde paisaje montañoso, sus ríos, torrentes y lagos. Lugar donde la armonía y la belleza invitan a pararse y contemplar. En La Casina, siempre habrá alguien para abrirte la puerta y enseñarte ‘su tesoro’.

Origen de La Casina

Esta casa fue solicitada al cabildo del Santuario por Pedro Poveda en 1928 como lugar de oración y acción de gracias a la Santina. Desde entonces es “Casa de la Santina” y “Casa de Oración”.

San Pedro Poveda fue canónigo de este santuario entre los años 1906 y 1913. Dentro de la Basílica se encuentran varios signos de su presencia: su imagen, una reliquia en una capilla lateral, otra bajo el altar junto al santo asturiano San Melchor de Quirós y la inscripción en dos sitiales del coro que ocupó durante su estancia.

En esos años, durante sus largas horas de oración ante la imagen de la Santina, siente la fuerza, el apoyo y el coraje para llevar a cabo lo que el Espíritu le inspira desde su mirada y reflexión profunda de los acontecimientos de su tiempo.

Además de múltiples actividades pastorales y responsabilidades en el santuario, Poveda ora, lee y comenta la actualidad; estudia, acompaña y escribe. El contacto con la Universidad de Oviedo y sus nuevas relaciones le ponen en la pista de los problemas políticos y educativos del país. Le inquieta el proceso de secularización que vive la sociedad española de principios de siglo y su repercusión en el ámbito de la enseñanza. Fiel a su “empezar haciendo”, contactará con maestros y maestras católicos para llevar a cabo su proyecto de formación e inserción profesional competente en la enseñanza pública. Así inició en 1911 lo que denominaría más tarde Institución Teresiana.

¿Qué ofrece La Casina?

La Casina, como familiarmente es llamada, quiere recordar el origen de la Institución junto a la Virgen de Covadonga.

Guarda y custodia algunos objetos pertenecientes al fundador, utilizados por él entre los años 1906 y 1913 en los que ejerció su labor sacerdotal y pastoral como canónigo de este santuario.

Es un espacio para dar a conocer y difundir la persona y el mensaje de San Pedro Poveda, primer canónigo de este santuario considerado santo por la Iglesia Católica desde 2003.

Acoge y presta alojamiento a los miembros de la Institución Teresiana o grupos convocados por personas pertenecientes a sus diversas asociaciones, movimientos, proyectos o centros educativos, que buscan ser fieles al carisma recibido y encontrar el modo de vivirlo y transmitirlo en la actualidad con la misma radicalidad.

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Por Isabel Acereda