“No nos podemos permitir el lujo de perder la esperanza”. Con estas palabras de Arcadi Oliveres, Tusta Aguilar comenzó la charla de adviento organizada por la parroquia Cristo de la Victoria en Coya, Vigo.
El 14 de diciembre de 2024, la parroquia Cristo de la Victoria de Vigo invitó a Tusta Aguilar para su tradicional charla de adviento.
Con el título Mujeres y precariedades. Prespectiva desde la espiritualidad, Tusta empezó su intervención con una cita de Arcadi Oliveres: “No nos podemos permitir el lujo de perder la esperanza”.
Mujeres precarizadas
“Detrás de cada precarización hay responsabilidades sociales, políticas, penales, culturales, religiosas…”, afirmó. Se preguntó cuál es nuestra responsabilidad y cuáles son las posibilidades de revertir procesos. Ante las desigualdades sistémicas, señaló la importancia de retroalimentar nuestras herramientas de poder, que pocas veces cuidamos.
Mostró su preocupación ante la brecha digital que “con frecuencia hace inaccesible el acceso a derechos (padrón, salud, escolarización…)”. Y, citando a Boaventura de Sousa Santos, preguntó de quién y cómo valoramos los saberes. “No habrá justicia social global sin justicia cognitiva global”, porque “existen otros conocimientos no académicos”. ¿Que esfuerzo hacemos por aprender de otras fuentes?
Cómo las vemos, cómo las sentimos
“Basta ver bien lo que se ve para ver lo que no se ve”. Tusta invitó a transformar la mirada. Ante la mujer, recordó los gestos empáticos de Jesús que desafían, denuncian, dignifican, restituyen dignidad. Insistió en la necesidad de cambiar nuestras percepciones y sentidos “hasta que algunas normalidades se haga insoportables”. Y sigue formulando preguntas: ¿Dónde se esclavizan hoy a las mujeres? ¿Dónde se enferman? ¿En qué espacios no se les deja ser? ¿Qué vidas importan y cuáles no?
Qué aportan las perspectivas desde la espiritualidad
Escogió una cita de las Séptimas Moradas de Santa Teresa de Jesús para comenzar este apartado: “Por muchos caminos lleva el Señor a los suyos. ¿Sabéis que es ser espirituales de veras? Ser esclavos del amor”. La perspectiva de la espiritualidad es la perspectiva del amor.
La espiritualidad nos ayuda a descubrir la vida nueva que germina. Nos ayuda a constatar la capacidad de resistencia, de resiliencia y la capacidad de revertir las situaciones. La bondad de las personas aparece en situaciones de precariedad y “es la fuente de sentido y esperanza que hay en este mundo”.
Tusta hizo una llamada a descubrir, disfrutar y comunicar el espíritu que habita en cada persona; a dejarse transformar desde la dignidad humana que compartimos y a seguir caminando. La espiritualidad capacita para descubrir a Dios en la ciudad.
Cómo se alimenta esta perspectiva
Cerró su intervención animando a vivir en hondura, a crear vínculos de proximidad, ternura y cuidado. A vivir en esperanza sin escapar del presente, construyendo el presente con responsabilidad. A alimentar la perspectiva política y la perspectiva de la espiritualidad, con indignación y agradecimiento. Porque, añade, “mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo”, citando esta vez a Eduardo Galeano.