“Es su mirada lo que se les ha quedado grabada”. Para celebrar el nacimiento de Josefa Segovia, 22 residentes del Centro Josefa Segovia de Jaén, recibieron el 10 de octubre la visita de 45 alumnos de 2.º de ESO del Colegio Pedro Poveda. Un encuentro entre generaciones que, a pesar de la distancia en el tiempo, están unidas por la figura de Josefa Segovia, jiennense y primera directora general de la Institución Teresiana.
Las personas mayores recibieron al alumnado del C. Pedro Poveda en el salón de actos con un saludo de acogida de la coordinadora del Centro. Los jóvenes sentados al lado de las mayores para compartir. ¿Qué compartirían?
Conocimientos y experiencias, trabados en un objetivo común. Todos y todas, mayores y pequeños sabían lo mismo: celebrar el nacimiento de Josefa Segovia. En el Centro es la titular y estamos de Centenario de la Obra. Los niños saben bien a lo que vienen, conocen a Josefa Segovia. Lo más expresivo, de entrada, es el cruce de miradas y las sonrisas. Hay clima.
Encarnita Molina, residente
Una dinámica sencilla, facilitadora y con sorpresas
En distintos espacios de la casa se colocaron paneles de información, todos con un mismo enunciado: Josefa Segovia, una jiennense de amplios horizontes. El perfil de la protagonista se describe en cada uno de ellos, aunque no se agota en ellos: En el ejercicio de su profesión, Entorno familiar, La Obra de las Academias, Lo que otros han dicho de Josefa Segovia, Lo que Josefa Segovia dice de sí misma y Mujer universal.
Se organizaron seis grupos mixtos donde se agruparon mayores y pequeños ante los respectivos paneles. Primero se visualizó el contenido de cada panel, imagen y texto explicativo. Después se compartieron conocimientos y experiencias.
Una vez en el salón de actos de nuevo, se abrió un espacio de escucha atenta a cada representante de grupo. Lo que vino a continuación desbordó las expectativas que en sí se tenían. Surgió un turno apretado de manos levantadas que pugnaban por comunicar lo que cada cual deseaba y no había podido compartir en los pequeños grupos.
Se dio un intercambio rico con algunas sorpresas por parte de las personas mayores como la lectura de una carta de Josefa Segovia a Isabel, su hermana pequeña, leída por la misma hija de Isabel, Mª Aurora, también residente. Conocieron a dos personas que tuvieron la suerte de nacer en el mismo año 1924. Son muchos años llegar a los 100 con estupenda calidad de vida y en plenas facultades.
Escucharon el testimonio de muchas mayores que conocieron a Josefa Segovia y la experiencia de otras muchas que vivieron en distintos países cumpliendo la misión de la Institución Teresiana.
La fiesta se completó con un refrigerio preparado en el patio donde degustaron el piscolabis que con generosidad había preparado la empresa EULEN.
Una experiencia que deja huella
Encarnita Molina expresó que este encuentro intergeneracional fue “una experiencia de las que dejan huella”. Los chicos expresaron con espontaneidad sus “ganas de saber más”.
Mi experiencia como residente del Centro Josefa Segovia de Jaén rebasó lo que en los días previos imaginaba.
No se trataba de hacer, aquí en la casa, ningún estudio sobre Josefa Segovia, para compartir con los alumnos del Colegio Pedro Poveda. Facilitar y organizar el encuentro, sería más bien escuchar, aportar dialogando con ellos lo que los paneles sobre Josefa Segovia y la Institución nos devolvían a ambos grupos.
La distancia que marcaban los años me ratificó en que los lazos y la vinculación moral en torno a un ideal y a sus protagonistas se mide con categorías que no se ven, que no se demuestran, pero que se sienten aquí y ahora. Solo queda, también en un presente continuado, la gratitud a Dios y a quienes en sus orígenes plasmaron la misión de evangelizar, con el carisma que Pedro Poveda recibió, contagió y expandió en la Iglesia.
Encarnita Molina
Me impresionó el compañerismo de los niños. Basta un ejemplo: En un grupo había una niña rumana. Todos estaban pendientes y le iban traduciendo, pasando al inglés que era la lengua que ella conocía.
Flor Martínez, residente.
Experiencia positiva. Me recordó lo que dice Gregoria Ruiz en la Carta del año 2024: “Vamos a volver a casa y contarnos historias de nuestra familia en los orígenes, la pasión por el Reino de las primeras…”
M.ª Luz Gallardo, residente.
Para asombro de todos, un denominador común marcó el encuentro: la mirada de Josefa Segovia. Así lo testifica la profesora que recibió a los niños de vuelta al llegar al Colegio, Loli Carrillo: “Es su mirada lo que se les ha quedado grabada”.