“¡Qué buena sensación deja la lectura de este libro!”, con estas palabras tan sugerentes Joaquín Vergés nos propone la lectura de Sin azúcar. Una mujer occidental en Marruecos, (2024). En su presentación, Joaquín ya nos adentra en un mundo de sensaciones y luces que seguro nos hace amar aún más la vida y el encuentro con los otros.

La autora, Mireia Estrada Gelabert, nos permite acercarnos a la intimidad de sus sensaciones (con azúcar y sin azúcar), en la relación de pareja, como mujer y como madre, pero, sobre todo, como persona que se inicia en un bagaje sociocultural distinto. Un proceso que no siempre resulta fácil, ni cómodo, pero que permite cuestionarse en la alteridad y profundizar en el autoconocimiento.

Es una lectura primaveral, porque está llena de luz, de color, de vida y de sensaciones. El cromatismo de quien descubre, descubriéndose. Sus breves capítulos rebosan la experiencia y las sensaciones personales de una familia del centro de Marruecos, con aciertos en la observación en relación a procesos migratorios interiores (del campo a la ciudad) y la huella que eso deja en las personas que lo viven. Pero también es una migración del norte al sur, en el aprendizaje y reconocimiento de unos valores que aún permanecen, tal vez desde muchos puntos de vista, anquilosados en las tradiciones pero que, perviviendo, remiten a escenas de nuestro pasado que tal vez deberíamos recuperar, en favor de la humanización de las relaciones.

El libro inicia y finaliza con la imagen de Mui (madre) Jadiya, la madre marroquí. A partir de ella se enhebra el hilo y el relato de una familia marroquí. La inmigración y nuestra contemporaneidad le permiten ese encuentro íntimo en la interculturalidad; “tolerar la mirada del otro” para aprender a reconocernos, sin pretensiones, con humildad, pero también con la suficiente honestidad que permita el crecimiento como personas.

¡Qué buena impresión de ese té compartido, con más o menos azúcar! Y al que también alude el prólogo de Karima Ziali (en la edición castellana), excelente resumen del texto que anticipa, y de quién reservo palabras para otro escrito literario.

¡Qué buena experiencia de feminidad, en el re-descubrimiento de una misma desde la alteridad cultural! ¡Qué gran homenaje a la vida en todos los sentidos, aceptando el tránsito e incluyendo la muerte como experiencia de vida!

Por Joaquín Vergés Cabanzón

Sense sucre. Una dona occidental al Marroc. (2022)

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