“Seguir caminando, con la mente y el corazón en el momento presente, dialogando con la diversidad, articulando progreso científico, competencia profesional y un cristianismo coherentemente vivido”. Todo un reto en palabras de M.ª Rita Martín que se hizo oración al comienzo de la celebración.
La comunidad parroquial de la Anunciación de Nuestra Señora incorporó bajo su altar una reliquia de san Pedro Poveda el 23 de junio de este año en que la Institución Teresiana (IT) celebra el Centenario de la Aprobación Pontificia. La parroquia está situada en Prado de Somosaguas, Pozuelo de Alarcón (Madrid), donde el Instituto Veritas mantiene viva la fe en una educación transformadora que, “desde proyectos humanizadores centrados en la persona, vincula compromiso social, evangelización y educación”.
En representación de la Institución Teresiana, María Rita Martín Artacho, miembro del Consejo General, anunció a la comunidad reunida el motivo y el sentido de la celebración. También estuvo presente la directora de Instituto Veritas, Ana Bueno.
Un día clave, histórico, un nuevo impulso evangelizador
Concelebraron D. Fernando de Cárdenas, vicario, y D. Alfonso Díaz, párroco. En la homilía, Fernando expresó que este era un día clave, histórico, en la parroquia.
Él (Pedro Poveda) intuyó que la pobreza de la gente que vivía en las cuevas había que atajarla desde toda la persona. No bastaba con alimentar a esa gente, que también. No bastaba con darles recursos materiales, sino que había que prestar atención integral a toda la persona.
Comentó que, al llegar a la parroquia, descubrió “que todo Prado de Somosaguas está empapado de ese carisma”. Y expresó así su petición a Poveda:
Ojalá nos ayude a los sacerdotes de esta parroquia a querer vivir más la santidad sacerdotal […] a querer vivir la entrega de la vida hasta las últimas consecuencias.
Ojalá nos enseñe a todos a querer transformar la sociedad empezando por las calles de Prado, […] atendiendo a toda la persona en su dimensión humana, en su dimensión espiritual, en su dimensión social.
Ojalá san Pedro Poveda nos ayude a dar un nuevo impulso a esta parroquia que, gracias a Dios, sigue creciendo cada día.
Terminó recordando que todos estamos llamados a evangelizar, a ser protagonistas, a caminar juntos, a vencer esquemas antiguos, a poner en acción la vocación bautismal para transformar nuestro mundo.
Una presencia, alegría más en este año de acción de gracias de la Institución. Sigamos agradeciendo todo lo recibido. Que esa presencia nos ayude a hacer vida: “Señor, que yo piense lo que tú quieres que piense… esa es mi única aspiración”. Felicidades a toda la INSTITUCIÓN.