Con palabras, sueños y música, Guadix celebró el Centenario de la Aprobación Pontificia de la Institución Teresiana el pasado 14 de junio. La cita de 1903 de Poveda dio título y enmarcó el acto realizado en el teatro Mira de Amescua: “Tenemos mucha fe, mucha esperanza y no dejamos de soñar, y hasta realizamos algunos sueños fiados en la Providencia”.
El teatro abrió sus puertas a un numeroso público: miembros de la Institución, representantes de los Centros Educativos, familias y amistades. También estuvieron presentes el alcalde de Guadix, Jesús Lorente; la concejala de Cultura, Encarnación Pérez; y el delegado territorial de Economía, Hacienda, Fondos Europeos y de Industria, Energía y Minas en Granada, Gumersindo Fernández. Se congregaron para conocer Los sueños de Pedro Poveda hoy, que resuenan de un modo especial en esta tierra povedana.
La conferenciante, Loreto Ballester, catedrática de Química Inorgánica y directora general de la Institución Teresiana en el periodo 2000-2012, inició su exposición contextualizando la figura de S. Pedro Poveda (1874-1936), canonizado en 2003 y reconocido por su innovadora contribución a la educación en España.
En su saludo Loreto comentó que deseaba “compartir algo que responde a lo que todos llevamos en el corazón, que es lo que nos ha traído aquí: mirar a nuestro mundo desde las claves que un joven sacerdote soñador y valiente dejó en Guadix, hace más de 100 años”. Se centró en el escrito de Poveda de 1903, en el nacimiento de las escuelas de Guadix, donde ya apunta a rasgos esenciales de lo que luego sería la Institución: la inclusividad, la apertura, la mirada a la realidad.
“Pero Pedro Poveda es más que un centenario”, aseguró, y se preguntó cómo ofrecer este conocimiento de los frutos de Poveda hoy, qué hoja de ruta se debe tomar, dónde aterrizar. Habría tantas realidades que comentar, como aseguró Loreto Ballester, que sería necesario hacer un recorrido muy rápido, como “con un dron”, desde los orígenes de la tarea de Poveda en Guadix hasta el momento presente, con las presencias y acciones de la IT en el mundo de hoy y ver en qué puntos pararse.
Comenzó esa ruta señalando las ‘atalayas’ desde las que Poveda miraba la realidad.
Mirar lo que ocurre ayuda a reconocer qué barreras dificultan el que cada persona pueda reconocer su más profunda identidad […] y también qué es lo que dificulta la capacidad de compartir experimentando la verdad de que todos tenemos algo que dar y todos tenemos algo que recibir.
Desde la semilla de Guadix y el desarrollo posterior del trabajo con mujeres que se preparaban para ser educadoras y tomar su lugar en la sociedad, Loreto comentó cómo otro de los rasgos fundamentales fue la confianza de Poveda en la mujer laica. Ya desde 1919 contaba con una directora general joven profesional, Josefa Segovia. Desde esos comienzos saltó a las presencias de la Institución en el mundo, desde la primera “salida internacional” a raíz de la Aprobación Pontificia. Fue a Chile, un lugar tan distante, donde tres miembros se encargarían de dirigir la Normal de Santa Teresa junto con su fundadora, la chilena Adela Edwards.
Un paseo por el mundo
En la conferencia recorrió los diversos lugares del mundo donde hoy tiene presencia la Institución. Hizo una parada especial en aquellos países donde la realidad es más difícil por las circunstancias actuales de pobreza, exclusión social o diferentes conflictos. Señaló proyectos en lugares remotos de Chile. Recordó la presencia de la IT en Tierra Santa desde casi el inicio del Estado de Israel y la Autoridad Palestina. ‘Viajó’ a la India y a México comentando el trabajo de la Institución en el desarrollo de la mujer. Destacó la vigencia de la propuesta de Poveda para nuestro mundo contemporáneo, subrayando cómo sus sueños y aspiraciones pueden iluminar los retos socioeducativos actuales.
Invitó a los presentes a reflexionar sobre cómo las ideas de Poveda pueden ser aplicadas hoy para enfrentar estos retos. Enfatizó los organismos internacionales, como la ONU y EDIW, las organizaciones no-gubernamentales, los proyectos impulsados por la IT y las publicaciones como medios importantes de presencia en la sociedad actual. Se detuvo, asimismo, en los retos a los que se enfrenta hoy la sociedad, como las polarizaciones, las brechas de acceso a bienes fundamentales, una educación humanizadora y la presencia de Dios en la sociedad. Señaló las tres prioridades acordadas en la última Asamblea General de la Institución: tejer redes de fraternidad, la familia y el acompañamiento a jóvenes.
En Guadix se hacen realidad muchos sueños
Loreto resaltó que esta conferencia se enmarca en los actos conmemorativos de la celebración de un centenario, y es una gran oportunidad para valorar “el soporte que nos ofrecemos y que hace posible lo que somos”. La IT en la ciudad es vida. Está en Guadix y con Guadix. Ofrece el Colegio Padre Poveda, el Centro Infantil Santa Dorotea, el Centro Sociocultural Pedro Poveda, el Proyecto Socioeducativo Creciendo, la Asociación de AA y AA, y también los grupos de Jóvenes por la Educación. Todo esto es compartir mirando la historia, pero oteando el futuro: es riqueza, es un regalo hacer realidad tantos sueños. Loreto expresó la gratitud por el soporte de la ciudad de Guadix y también de muchas realidades de la Institución universal.
Música para celebrar
Completó el acto una magnífica actuación musical a cargo de tres integrantes del Cuarteto Amabile, que interpretó las bandas sonoras de Cinema Paraiso, Ennio Morricone; el Oboe de Gabriel, de Ennio Morricone (La Misión); la banda sonora de la película UP de Michael Giacchino, y la banda sonora de Los Chicos del Coro de Bruno Coulais y Christophe Barratier.
Se terminó con una copa de vino en la plaza de Santa Luparia, donde los asistentes al acto compartieron experiencias y reflexiones sobre la influencia de Poveda en sus vidas profesionales y personales en un ambiente distendido y familiar.
Por Guadalupe Pérez
Fotos: Fernando Ortiz y Guadalupe Pérez
Me pareció un precioso recorrido, necesariamente breve, por los sueños de san Pedro Poveda. A mi gusto habría que haber mencionado al menos la época amarga que superó con dolor y desconcierto, aunque con la elegancia de los santos cuando, alejado de Guadix, no le llegaban las credenciales para ser recibido en otra diócesis. Creo que fue un tiempo más amargo que el mismo martirio, que afrontó con gallardía como sacerdote de Cristo. Ejemplar fue en su vida, su obra y en su martirio.