¿Son felices los jóvenes? ¿Qué papel juega la Iglesia en su vida? ¿Tenemos respuesta a sus inquietudes? ¿Qué significa la fe para los jóvenes que viven en el mundo de hoy? Estas son algunas de las preguntas que resuenan en Rolando tras su participación en el Congreso Internacional de Pastoral Juvenil 2024.
Soy Rolando Mendivil Callata, aunque me conocen más como Roli. Pertenezco al Movimiento Institución Teresiana (MIT) en Madrid. Fui invitado por la Red Internacional de Jóvenes IT al Congreso Internacional de Pastoral Juvenil de este año, Pastoral juvenil sinodal: nuevos estilos y estrategias de liderazgo, organizado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. Por ello, viajé a Roma los días 24, 25, y 26 del pasado mes de mayo, junto con Magda Pierine Alcalá Piña como acompañante.
Preguntas y palabras
¿Vivimos el encuentro con Cristo vivo? ¿De qué quiere hablar un joven? ¿Son felices los jóvenes? ¿Qué papel juega la Iglesia en su vida? ¿Tenemos respuesta a sus inquietudes? ¿Qué significa la fe para los jóvenes que viven en el mundo de hoy? ¿Cómo son los jóvenes ahora? ¿Cómo responde la fe a las preguntas fundamentales de la vida?
Amor, escucha, oración, inquietud, fragilidad, fraternidad, generosidad, acogida, camino, cultura, arte, amigo, hermano, sacrificio, padre, pastor, desaliento, lágrimas, compartir, alegría, fe, testimonio, formación, alejados, comunión, silencio, soledad, mundo digital.
Estas y algunas otras preguntas y palabras se pronunciaron a lo largo del congreso internacional. Preguntas y palabras relacionadas con la pastoral juvenil que me llegaron de manera especial, algunas resultando más cercanas que otras a la realidad en la que me encuentro: un joven de 28 años vinculado a la Institución Teresiana (IT) en España. Es importante recalcar cada palabra de la frase anterior, ya que cada realidad, cada verdad, cada situación, cada disposición y posición es diferente.
Para mí fue un regalo ser parte de esta experiencia. Fueron 3 días intensos con un programa muy estructurado, llenos de: ponencias, presentaciones, evaluaciones, intervenciones, trabajos grupales junto sus correspondientes conclusiones, pausas, oraciones, misas. Por último, una audiencia con el santo padre, el papa Francisco.
Diversidad y la multiculturalidad
Destaco especialmente la diversidad y la multiculturalidad. Mirara donde mirara, veía caras con rasgos diferentes, así como distintas culturas, carismas, expresiones y condiciones sociales. Me llegaba incluso a imponer el lugar en el que me encontraba. Un lugar en el que fueron invitadas alrededor de 300 personas procedentes de 110 países de todo el mundo, representando a las oficinas, movimientos y comisiones pastorales juveniles de las Conferencias Episcopales nacionales y regionales. Era un espacio en el que compartíamos junto a cardenales, obispos y sacerdotes dedicados a la pastoral juvenil. Se generó un ambiente de confianza que brillaba por el diálogo y el trato de igualdad.
Me llevo en lo más profundo de mi corazón el vínculo formado con los representantes nacionales de los otros países: sus ganas, su entusiasmo, sus sueños, su deseo de hacer, su interés por aprender y, sobre todo, su disposición a escuchar. Estos son algunos de los puntos en común que fui descubriendo conforme los iba conociendo, que me fueron inspirando y llenando.
Ideas inspiradoras
Recojo también varias frases de algunas ponencias escuchadas, como la del cardenal Américo durante el proceso de preparación de la JMJ de Lisboa: “Teníamos el objetivo de no repetir errores pasados” o “dejad que el Señor lo prevea todo, siempre que cada uno hiciera de su parte”.
La esperanza cristiana es la que nos permite vivir mejor el presente y tiene nombre: Jesús resucitado. Una esperanza que no defrauda, que nace del amor, se basa en el amor, y ese amor radica en Jesús resucitado, quien da certeza a nuestra existencia.
Salvatore Fisichella, obispo encargado de la preparación del jubileo de Roma 2025
Es significativa la propuesta del papa Francisco de llevar la próxima JMJ a Seúl: “Busquen a Jesús en las periferias, allí está el amor.”
Me parece interesante conocer y practicar una nueva metodología de discernimiento, como es la conversación en el espíritu, expuesta por Sandra Chaoul.
El Dr. Gustavo Fabián Cavagnari enumeró todos los efectos postpandemia, como el incremento de trastornos de ansiedad, depresión, conducta y suicidio. Pidió sensibilidad y cuidado con la idealización de los jóvenes, llegando a pensar que estos están llenos de esperanza, optimismo, sueños y aspiraciones futuras.
Además, Christopher Ryan MGL expuso la importancia del primer encuentro con el amor de Cristo que le dé sentido a todo. No solo se refirió a personas que nunca han escuchado el evangelio, sino también a jóvenes católicos practicantes que no viven plenamente el evangelio.
¡Dejad que los jóvenes se entusiasmen con la evangelización de otros jóvenes! ¡Dejad que inventen y reinventen las misteriosas formas en las que Dios puede despertar en ellos unas profundas experiencias de fe!
Christopher Ryan MGL
La Dra. Brenda Noriega nos habló de lo importante que es la formación y el acompañamiento de los jóvenes líderes en una pastoral juvenil sinodal: “¡Formad apóstoles, no profesores!”. Asimismo, recomendó “no seguir los patrones del pasado y evitar los dos extremos de las propuestas minimalistas y el exceso de normas moralistas”.
Hablan los jóvenes
De las intervenciones de los jóvenes, cito: “Es necesario hacer una pausa, saber escuchar los gritos silenciosos, gritos que no escuchamos aun caminando juntos”. Aparte otra cita: “Nos cuesta escuchar, porque escuchar implica muchas veces romper nuestros esquemas, romper nuestras ideas que traíamos previas y exponernos a los demás”. Aplaudí con gran entusiasmo esta intervención de una chica asiática por su valentía y que según mi experiencia en ciertos momentos también me he sentido identificado con ella:
En Asia, como joven, siento que la iglesia se presenta como una autoridad distante en lugar de establecer relaciones con nosotros. Cuando intentamos comunicarnos con los mayores, a menudo nos descartan y nos etiquetan como inmaduros o emocionales. Esta actitud nos hace sentirnos rechazados y nos aleja aún más si cabe. Me pregunto cómo la iglesia podría compartir su espíritu de forma más inclusiva con nosotros, los jóvenes. En un mundo donde nos sentimos solos y no escuchados, desearía que la iglesia fomentara mucho más los círculos de escucha y que alguien reconozca que estamos sufriendo, aunque sea muy poco comparado con su experiencia. Eliminar esa tendencia a decir ‘lo que estás pasando no es nada comparado con lo que te queda’. Espero que la iglesia promueva una metodología más acogedora y que se centre en el apoyo y la escucha para fortalecer nuestra relación personal con Dios.
Estas y otras muchas reflexiones resuenan hoy profundamente en mí y me motivan a seguir creciendo tanto personal como profesionalmente. Cada palabra, cada idea compartida, se han convertido en una fuente de inspiración y reflexión, ampliando mi perspectiva y reforzando mi compromiso como joven IT.
Agradecido y enviado a compartir y vivir lo recibido
Este congreso me ha ayudado a adoptar una perspectiva más amplia de la pastoral juvenil, es decir, a comprender mejor todo lo que abarca y a valorar aún más su importancia. Con esta visión más global de la pastoral juvenil y pensando en todas las dificultades que se encuentran en otros lugares del mundo, terminé reflexionando sobre mi aquí y mi ahora y a echar la vista atrás. Mirar hacia el pasado en un sentido amplio, pensando en mi yo “más” joven. Recordé mi crecimiento, mi desarrollo como joven de la IT, junto a ACIT JOVEN y todo lo que he ido recibiendo, lo cual actualmente representa un desafío llevar a la práctica en otros países.
Agradezco sinceramente todo lo que me ha sido dado y reflexiono, sobre todo en el presente, en las peticiones y demandas de los jóvenes actuales de ACIT JOVEN (un espacio que me toca más de cerca) para su crecimiento enriquecedor al estilo IT. Estructuras, roles, herramientas y formas que hace diez años me ayudaron. Hoy en día resultan insuficientes para muchos de ellos. Es un desaliento muy difícil de explicar, porque cada joven dentro de un mismo círculo llega a vivir situaciones y contextos totalmente diferentes a los del resto. Incluso podría decir que nosotros, los jóvenes, tenemos sueños y ambiciones muy individualizados, donde el mínimo desajuste en nuestra organización supone una amenaza que lleva consigo una desmotivación.
Sin duda, estamos presenciando nuevos estilos y maneras de ser jóvenes con liderazgo en la Iglesia y la reinvención es sorprendente y apasionante. Me llena de alegría escuchar y conocer a los jóvenes, entender sus situaciones cambiantes, explorar nuevas vías de apoyo y crecimiento. Creo firmemente en nuestra capacidad como jóvenes IT para superar los obstáculos y avanzar hacia un futuro no solo mirando, sino observando, cuestionándonos, transformando, tal y como lo hacía Pedro Poveda.
Por último, querría mencionar la audiencia con el papa Francisco de la cual guardo con afecto las siguientes palabras:
No deben descuidar las vías ordinarias, es decir, el camino concreto que los jóvenes siguen en la vida cotidiana. Se trata del itinerario y la pastoral de los pequeños pasos, de los pequeños números, de las palabras y de los gestos sencillos, de los momentos de celebración y de oración en comunidad, de las decisiones de cada día.
No podía desaprovechar la oportunidad del Congreso Internacional para dar a conocer aún más la Institución Teresiana y que jóvenes de diferentes países os enviaran un saludo.
Por Rolando Mendivil Callata
Fotos de Rolando Mendivil
Más información en la web internacional de la IT.
GRACIAS, ROLANDO, que nos haces llegar los ecos del Congreso de Pastoral. Gracias por tu buen testimonio y los saludos de jóvenes de otros países.