Para Pedro Poveda, la educación era una buena noticia a transmitir y difundir. Reconocía el papel central de la mujer en esta tarea de formación humana, así como la importancia vital de la comunicación como instrumento esencial. El pasado 16 de abril se celebró en la Sede de Santa Úrsula de la Universidad Católica de Valencia un panel educativo sobre estos temas centrales en el pensamiento de Poveda.
Cien años comprometidos con la educación: reconocimiento de la mujer en el proyecto de Pedro Poveda, un panel coordinado por Estrella Somoano con motivo de la celebración del centenario de la aprobación pontificia de la Institución Teresiana (IT). Las tres panelistas, María Dolores Valencia, Consuelo Flecha y Carmen Azaústre, fueron desgranando el pensamiento povedano y la participación de la mujer en él.
La educación es una buena noticia
María Dolores Valencia desarrolló el tema La educación es una buena noticia. Destacó algunos de los retos más importantes en la sociedad actual, sus vertiginosos cambios, así como los desafíos y oportunidades para afirmar la educación como acontecimiento moral. Enfatizó el pensamiento de una educación humanizadora de Poveda y señaló el desafío raíz de dar valor a la educación como forma muy valiosa de transmisión de humanidad.
Por qué una propuesta para mujeres
En su recorrido por la historia de la Institución en España y la presencia de la mujer en la educación y la sociedad, Consuelo Flecha subrayó la visión de Pedro Poveda a quien no le pasa desapercibido el fenómeno del surgimiento del papel de la mujer en la sociedad de su tiempo. A la pregunta: “¿por qué ha de restarse la mitad de las inteligencias […] al combate con que la humanidad trata de conseguir sus destinos?”, comenta Consuelo que Poveda responde con una serie numerosa de actividades, con su obra de las academias, así como con la creación de la primera residencia universitaria femenina en España ya en 1914. Concluyó afirmando que la Institución Teresiana hoy educa en un contexto sociológico desconcertante, pero con la decisión y voluntad de seguir educando para contribuir a la creación de relaciones profesionales y personales humanizadoras.
La luz en la palabra
Carmen Azaústre presentó la intuición de Poveda sobre la fuerza educadora y humanizadora de los medios de comunicación. Citando a Josefa Grosso, Carmen comentó cómo “el primer instrumento que utilizó Poveda fue su pluma…” Enumeró luego todas las publicaciones periódicas de la Institución desde 1912: la Enseñanza Moderna y el Boletín de las Academias iniciado en 1913 y continuando hasta nuestros días con la Revista Crítica, pasando por muchas otras publicaciones para los distintos grupos de la familia teresiana.