¿Cuáles son los objetivos de este congreso de educación 2024 ‘La Iglesia en la Educación’? ¿Quiénes están llamados a participar y cómo? “Por nuestra parte, ‘con la cabeza y el corazón en el momento presente’, estamos llamados a cooperar”, insiste Carlos Esteban Garcés en el artículo que publicamos a continuación. Carlos es miembro de la IT en la Asociación ACIT Madrid-La Mancha-Canarias y profesor titular de Pedagogía de la Religión en el Instituto Pontificio SPX (UPSA).

La Iglesia actualiza su misión educativa en clave sinodal

La Iglesia en España ha convocado un congreso sobre la educación que culminará el 24 de febrero de 2024. Tiene un itinerario de preparación que ha comenzado en octubre de 2023 y en el que todos los educadores cristianos, a título individual, en equipo o de modo institucional, están llamados a participar activamente. La presentación del congreso, sus objetivos y los modos de participación están explicados en su web: https://haciaelcongreso2024.educacionyculturacee.es/.

Aunque no se propone como segundo congreso de la educación católica en España, el primero se celebró en abril de 1924, justo cien años antes. Sorprende poderosamente repasar algunas notas sobre aquel congreso, aunque el contexto ha cambiado significativamente. Algunos problemas de fondo sobre la educación, en general, y la presencia de la Iglesia en ella, parecen persistir desde entonces hasta nuestro tiempo. No parece descabellado pensar que algunas intuiciones del diálogo fe-cultura de entones sean todavía necesarias en la actualidad.

Uno de los objetivos de aquel congreso de 1924 era mostrar públicamente las aportaciones de la Iglesia al servicio de la educación y contribuir desde la antropología cristiana a la construcción social. Entre aquellas contribuciones se presentó la Institución Teresiana como un proyecto pedagógico y eclesial al servicio de la educación y del bien común; en el actual Espacio Alameda de Santa María de Los Negrales se puede ver aquella aportación. Es pertinente recordar también que Pedro Poveda participó activamente en la ideación de aquel congreso, formando parte de su núcleo organizador, así lo revelan los periódicos de entonces.

Pues bien, el congreso de 2024 sobre La Iglesia en la Educación se propone como una oportunidad para visibilizar todas las presencias eclesiales en los diversos ámbitos de la educación. De hecho, durante el mes de octubre de 2023 se han celebrado nueve paneles de experiencia y buenas prácticas, cuyos vídeos se pueden ver en la web. También se pueden leer íntegramente todos los proyectos presentados. Enumeramos esos nueve ámbitos, que en el congreso de 1924 eran ocho secciones: colegios de ideario cristiano (religiosos, laicales, diocesanos), profesorado de Religión Católica, profesorado cristiano en los diversos centros de enseñanza, centros de Educación Especial, centros de Formación Profesional, universidades católicas y Centros Universitarios, Colegios Mayores y Residencias Universitarias, educación no formal, voluntariado, tiempo libre y otros proyectos culturales, y la cooperación entre parroquia-familia-escuela.

Una vez celebrada esta primera fase, se mantiene abierta la oportunidad de participación en la que toda la comunidad educativa está llamada a compartir sus experiencias y también su reflexión. En cada uno de los ámbitos indicados, la web del congreso ofrece pestañas en las que se pueden publicar proyectos y experiencias, así como la propia reflexión. Por nuestra parte, “con la cabeza y el corazón en el momento presente”, estamos llamados cooperar. El objetivo esencial es llegar al congreso del 24 de febrero de 2024 y renovar allí la presencia y compromiso de la Iglesia en la educación como servicio al bien común, y estamos llamados a hacerlo en camino sinodal. Insistimos, por nuestra parte, estamos llamados a no ser comparsa.

Una convocatoria sinodal a toda la comunidad educativa

En las explicaciones del congreso en su web se mencionan algunas referencias que la Iglesia ha tenido en cuenta a la hora de convocar sinodalmente a toda la comunidad educativa. La iniciativa se apoya en la propuesta del Pacto Educativo Global, promovido por el papa Francisco, también en una reciente Instrucción de la Congregación para la Educación Católica sobre la identidad de las escuelas católicas. Además, la Iglesia en la Educación tiene en cuenta las diversas tendencias pedagógicas que se perciben a nivel global en línea con una re-humanización de la educación; también a nivel local vivimos cuestiones candentes que afectan a la educación y que merecen una lectura antropológica.

Ante estos nuevos escenarios socioculturales y eclesiales, la Conferencia Episcopal Española ha considerado oportuno abrir espacios de diálogo y de trabajo en red sobre las aportaciones específicas de la educación católica al bien común.

En la web del congreso se pueden encontrar, además de los paneles de experiencia y participación ya celebrados, algunos documentos de referencia que pueden contextualizar e inspirar nuestra participación individual e institucional.

Por Carlos Esteban Garcés

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