Entrevista a Beatriz Díaz Tejero. Desde el principio, Pedro Poveda confió en personas jóvenes para ir haciendo realidad su sueño de construir un mundo mejor, más justo, a través de la fe y la cultura. Los jóvenes son esperanza, presente y futuro. La juventud es una etapa de la vida central para el carisma y la misión de la Institución Teresiana.

Carmen F. Aguinaco entrevistó a Beatriz Díaz Tejero, coordinadora de animadores ACIT JOVEN (AJ, Movimiento de Jóvenes de la IT en España) de Madrid, miembro de la Comisión Nacional de AJ y profesora de matemáticas en un instituto de educación secundaria de la Comunidad de Madrid.

Carmen F. Aguinaco: ¿Qué búsquedas tienen los jóvenes hoy?

Beatriz Díaz Tejero: Esta pregunta es muy compleja. Desde mi trabajo como profesora de Educación Secundaria y como animadora de AJ veo que los jóvenes buscan divertirse con sus amigos, tener éxito en los estudios o en el deporte, tener muchos seguidores en las redes sociales, llevarse bien con sus padres y profesores, estar tranquilos, escuchar música, encontrar pronto un trabajo que sea bueno para poder ganar dinero… Cada joven tiene sus inquietudes y sus ilusiones y es difícil generalizar.

Desde la Comisión Nacional y el equipo de AJ de Madrid nos preguntamos cómo podemos salir al paso de esas inquietudes. Consideramos que todas las personas desean llegar a ser ellas mismas, amar y ser amadas; así que consideramos sus búsquedas como expresión de este deseo más profundo.  Querríamos ofrecer espacios y tiempos donde los jóvenes puedan juntarse y buscar en compañía. Creemos que conocer a Jesús y seguirle es la mejor forma de ir encontrando lo que anhelamos; por eso apostamos por una oferta explícita de la fe.

Desde hace algunos años, observamos como cada vez menos jóvenes se unen a nuestras propuestas y que, en general, las iglesias están cada vez más vacías y muchos movimientos juveniles, que antes congregaban a muchos jóvenes, ahora se van quedando medio desiertos. Nos preguntamos cómo podemos cambiar esta situación.

CFA: ¿Cuáles podrían ser las razones?

BDT: El mundo va cambiando y por tanto es normal que cambie la forma en que las personas buscan respuestas a sus preguntas. Los jóvenes también se hacen preguntas de sentido, pero para escucharlas hacen falta espacios de silencio, parar un poco y abrir bien los ojos y los oídos, hacia dentro y hacia fuera.

La mayoría de los jóvenes que conozco pasan mucho tiempo delante de una pantalla; ven pocas películas, les gustan más las series y prefieren tener las temporadas completas para ir viéndolas al ritmo que ellos quieran, saltándose lo que no les parezca interesante. Leen poco, casi siempre solo si les obligan. Les gustan los videojuegos, generalmente más que los juegos tradicionales que nos exigen a todos estar en el mismo sitio. Saben dónde buscar la información que les interesa y, la que no les interesa, prefieren no escucharla ni averiguarla, ya la encontrarán cuando haga falta. Son prácticos, no quieren ‘perder el tiempo’. En este contexto, no es fácil ofrecer procesos largos, que requieran compromiso con otros, paciencia para ir adaptando el paso a un grupo, valor para hacernos preguntas.

CFA: ¿Se te ocurre cuál podría ser el enganche?

BDT: Para empezar, vivir nosotros la alegría del evangelio. Un amigo mío dice que las flores no se tienen que esforzar para dar olor: tal vez no se trata de hacer planes pastorales muy complejos, sino de mostrar con nuestra vida que en medio de las dificultades del día a día, seguir a Jesús nos da sentido, alegría y fortaleza.

También me parece muy importante adaptar el lenguaje para que las nuevas generaciones puedan conectar con el mensaje de salvación que tratamos de transmitir. Los jóvenes sufren de manera singular la violencia, la incertidumbre de la enfermedad, del desempleo, de las crisis de sentido. Nos gustaría que encontraran en AJ una comunidad donde poder compartir lo que son, ofrecer y recibir apoyo mutuo, amistad y acogida, crecer como personas, conocer a Jesús y apostar por Él, celebrar la vida, hacerse sensibles, críticos ante los problemas del mundo y comprometerse con los que están cerca, trabajar juntos por la justicia, sentirse comunidad de creyentes en la Iglesia… como los primeros cristianos, pero en el siglo XXI.

CFA: Y, ¿cuáles son las ofertas concretas que hacéis desde AJ?

BDT: Este año tenemos en el horizonte la JMJ de Lisboa y nos hemos unido con otros jóvenes relacionados con la IT desde otros ámbitos (Colegios Mayores, Residencias Universitarias, Centros Educativos, la ONGD InteRed, EDIW[1]) para hacer un itinerario a lo largo del curso y así llegar al encuentro con el Papa con un camino recorrido. Además, tenemos grupos que se reúnen semanal o quincenalmente y en verano nos vamos de Jornadas para seguir fortaleciendo vínculos entre nosotros y con Jesús cerquita del mar o de la montaña.

Ofrecemos también cursos de formación de animadores, encuentros nacionales de militantes (los jóvenes adultos de AJ) en los que profundizamos en diferentes temas que ellos mismos proponen. Una de nuestras características es que los jóvenes son gestores del Movimiento: ellos participan en la organización y en la programación de todo lo que hacemos.

CFA: ¿Cómo animarías a un joven a que se acercara a AJ?

BDT: Le diría que viniera un día a participar en una reunión de grupo, en un curso de formación, unas jornadas de verano… Seguro que los jóvenes AJ van a ser capaces de convocar a otros jóvenes. Ellos son la esperanza, como decía Poveda: “Quiénes hacen la revolución, quiénes son los que reaccionan, quiénes son los más valientes, intrépidos, temerarios… ¡los jóvenes!”

Por Carmen F. Aguinaco

Si quieres conocer más del Movimiento de Jóvenes de IT, sigue sus redes sociales: @acitjoven, Instagram, Facebook.

[1] Educación para un Mundo Interdependiente (EDIW) es una ONG europea y una red internacional de comunidades de aprendizaje de jóvenes profesionales, comprometida con la construcción de un mundo interdependiente, inclusivo, humano y sostenible.