El centenario de la presencia de la Institución Teresiana en Córdoba se inició el 22 de febrero con la conferencia de María Asunción Ortiz. Tras un amplio programa de actos durante el año, se clausuró el 1 de diciembre con la celebración solemne de la Eucaristía de Acción de Gracias en la Mezquita-Catedral de Córdoba presidida por don Demetrio Fernández González, obispo de Córdoba y concelebrada por sacerdotes amigos de la Institución.
Gracias por todo lo vivido
Manuel Vega, presidente de la Asociación ACIT de Andalucía Occidental-Extremadura, invitó al comienzo de la celebración a “dar gracias por todo lo vivido” y poner en manos de Dios el deseo de seguir caminando juntos.
“Queremos seguir en camino escuchando los gritos de nuestro tiempo para actuar en consecuencia y recorrer el proceso sinodal como pueblo de Dios. Queremos sentarnos al borde del pozo y pararnos al borde del camino para escuchar y acoger, para compartir la sed que nos anima y aprender unos de otros; no caer en la tentación de dominar, sino buscar siempre cómo mejor servir y que nuestro caminar como pueblo sea una escuela de fraternidad.”
Impregnar la cultura de nuestro tiempo con los valores evangélicos
En la homilía, don Demetrio señaló que la “garantía de futuro es que los pobres sean evangelizados hoy”. Recordó cómo Poveda en Guadix y en todo su recorrido vital, Victoria Díez en Hornachuelos y Josefa Segovia respondieron y “por eso permanece hoy la Institución Teresiana cien años después”. Hizo alusión al evangelio proclamado, “vosotros sois la sal de la tierra, vosotros sois la luz del mundo” y expresó: “Esa luz es Jesús. Sois un destello de esa luz de Jesús que ilumina al hombre de nuestro tiempo”.
“El reto no es otro […] se trata de hacer que cada persona sea iluminada por la luz de Jesucristo y ahí descubra su alta dignidad y el gran compromiso de ponerse al servicio de los demás, en la entrega de cada día y, especialmente, a los más pobres.”
La Institución está comprometida a “llevar al mundo de la cultura, de la cultura de hoy, la savia del Evangelio, la sal del Evangelio y la luz del Evangelio que es Jesucristo, el hombre nuevo, el Hijo de Dios hecho hombre para nuestra redención.”
Cuidado mutuo, entrega generosa, disponibilidad
Carmen Aragonés, directora del Sector Ntra. Sra. de Covadonga, dirigió palabras de agradecimiento y una llamada a seguir transmitiendo a todos los que se acerquen a la Institución el espíritu povedano.
“Sigamos transmitiendo la importancia de vivir unidos para el bien, como los primeros cristianos, desde el cuidado mutuo, la entrega generosa y la disponibilidad humilde y sencilla para dar respuesta desde nuestro carisma a las necesidades de nuestros hermanos.”
Un gesto solidario
La colecta de la eucaristía se destinó a Cáritas Diocesana de Córdoba como gesto solidario al que invitó la comisión organizadora del centenario.
Por Información IT España
