Jóvenes de diferentes culturas y procedencias han vivido en julio 2022 una experiencia de inmersión e intercambio cultural con un objetivo común: la transformación social. La convivencia “no está exenta de conflicto y requiere un aprendizaje”. Y cuentan lo que han aprendido…

Los 24 jóvenes procedentes de Angola, Camerún, Costa de Marfil, Irak, Mali, Marruecos, Mauritania, Perú, Sahara Occidental, Senegal y de diferentes provincias españolas (Córdoba, Jaén, Sevilla y Barcelona), fueron acompañados por seis animadores de la Institución Teresiana (IT), la Asociación Igualdad y Desarrollo (AID), Fundación Don Bosco y la Asociación Pro Inmigrantes de Córdoba (APIC). La película La bicicleta verde, de la directora iraní Haifaa Al-Mansour, ha conducido el recorrido de la experiencia.

El Grupo de Migrantes y Refugiados del Área de Acción Social de la IT organizó estas jornadas con la colaboración de InteRed, Proyecto Rajab de Jaén, AID, Fundación Don Bosco y APIC. Les ha acogido la casa Emaús de Trassierra, Córdoba.

La convivencia con lo diferente es oportunidad de aprendizaje

Estos días han servido para reconocer, desde la cercanía y el diálogo, la etapa vital de cada uno y el sueño que se forja en su corazón. Pura Hidalgo, del Proyecto Rajab, expresa que “ha sido una experiencia intercultural donde se han podido observar las diferencias” y que, ante ellas, “solo cabe el diálogo y respeto de la historia que acompaña a cada persona, junto con la incertidumbre ante un futuro; la distancia entre lo que sueñan y la realidad se ha ido haciendo cada vez mayor”.

Para Cheight Seydu fue significativo encontrarse con gente que vivió situaciones parecidas a las suyas. Escucha aquí su testimonio.

“La vida nos ha sorprendido de nuevo, cada vez de forma diferente, invitándonos a acogerla y acompañarla. Hemos experimentado que la convivencia implica la elaboración de normas y valores compartidos y que ello no está exento de conflicto y requiere un aprendizaje” comenta Francisco Campos. “Desde esta perspectiva”, continúa, “estas jornadas nos han ofrecido la ocasión de convertir las dificultades en posibilidades de aprendizaje, que finalmente agradecemos”.

“Hemos aprendido una vez más a perdonar y a pedir perdón, levantándonos de cada caída. Y hemos aprendido también, junto con ellos y ellas, que las oportunidades de la vida hay que buscarlas, que la vida hay que crearla” testimonia Pura.

El equipo agradece el apoyo recibido de todas las personas con quienes comparten el valor de la formación como herramienta para combatir los prejuicios y discriminación. Solo uniendo fuerzas se puede construir sociedades inclusivas en la diversidad, donde se apueste por el diálogo y la valoración de las diferencias.

Por Información IT España

Datos, testimonios e imágenes aportados por Francisco Campos y Pura Hidalgo, animadores y organizadores del Campamento.