Con estas palabras de Pedro Poveda, Marta Soriano termina el relato de su experiencia de voluntariado en Oviedo. Dos palabras claves en el camino recorrido: ver y contar, y un proceso resumido en estas expresiones: Al otro lado – Veo – Te cuento – Me cuentas – Contamos – Somos enviadas a contar… Marta confiesa: “Fuimos con ganas de ayudar y poner nuestro grano de arena en la vida de los demás, pero…”

Con el lema Conectando contigo, ocho jóvenes participaron en la experiencia de voluntariado en Oviedo organizada por el Área Social de la Institución Teresiana (IT), Red de Centros Educativos IT e InteRed, ONGD de la IT. El campamento urbano con niños y adolescentes en riesgo de exclusión social se celebró del 10 al 15 de julio, pero las voluntarias tuvieron una preparación previa ‘online’. Las participantes provenían del Colegio El Armelar de Valencia (dos alumnas y dos exalumnas) y del Colegio Bética-Mudarra de Córdoba (cuatro alumnas).

En Covadonga las jóvenes recibieron un colgante con el símbolo del árbol de la vida. Con él acogían la misión animar y ser testigos de lo que habían vivido en la experiencia de voluntariado con los niños. Hoy Marta pone palabra a lo vivido.

“La experiencia comenzó cuando la Institución Teresiana nos dio la oportunidad de vivir una experiencia que no sabíamos que sería de las más gratificantes vividas hasta el momento. Primero, tuvimos un par de reuniones online en las que se nos explicó de qué trataría el viaje y donde pudimos compartir la ilusión que ya teníamos.

“El día 10 de julio llegamos a Oviedo. Nos presentamos y todas coincidimos en la incertidumbre que sentíamos. Por la noche se nos dio un horario general para los próximos días y a la mañana siguiente empezó la aventura. Nos dividieron en parejas para acudir a diferentes centros sociales (Centro Socioeducativo Alfalar[1], Centro Social de Teatinos y Centro Social El Cortijo[2]) donde estaríamos con niños y niñas de diferentes edades, desde los 5 hasta los 17 años. Allí, hicimos diferentes dinámicas con relación a los compromisos de desarrollo sostenible, jugamos y nos divertimos. Cuando tuvimos la oportunidad de poner nuestro día en común, nos dimos cuenta de que habíamos tardado solo unas pocas horas en encariñarnos con todos y cada uno.

 

“Por las tardes disfrutamos de diferentes planes que ayudaron tanto a nuestra reflexión como a que el grupo de voluntarias se uniese. Entre otras actividades, vimos la película Adú, gracias a la cual tomamos un poco más de conciencia sobre la situación de los refugiados y las duras vidas de los inmigrantes. Además, visitamos Covadonga, donde dos personas de la IT nos acogieron con los brazos abiertos para contarnos curiosidades sobre el pueblo y la obra de Pedro Poveda en el lugar.

 

“Fueron pasando los días y la confianza entre las voluntarias y los niños fue creciendo por ambas partes. Tuvimos la suerte de que se abrieran y pudieran contarnos un poco más de sus vidas y preocupaciones.

 

“Pues sí, el viaje estuvo lleno de momentos que recordaremos a lo largo de nuestra vida. Fuimos con ganas de ayudar y poner nuestro grano de arena en la vida de los demás, pero creemos que la enseñanza más grande nos la llevamos nosotras. Como diría Pedro Poveda, “la bondad conquista la tierra”.

Por Información IT España

[1] Proyecto promovido por la Institución Teresiana, Asociación Cultural L’Abeyera.

[2] Ambos Centros pertenecen al Ayuntamiento de Oviedo.