Creando vínculos para una sociedad intercultural. El milagro soñado, así se anunciaba esta actividad en la que participaron jóvenes voluntarios y jóvenes migrantes convocados por la Institución Teresiana.

Trabajamos en red

Esta actividad, organizada por el equipo motor del Área Social de la Institución Teresiana (IT), responde al deseo de “establecer una conexión con los jóvenes para el cambio social” e “idear experiencias impactantes que toquen el corazón y provoquen cambios de visión y modo de vivir”[1].

Se ha contado con la colaboración de InteRed (ONGD de la IT) para su organización y se llevó a cabo en red con otras asociaciones que están trabajando con personas migrantes y refugiadas: Asociación para la Mediación Intercultural y Social con personas inmigrantes (AMISI), Rajab, Fundación Don Bosco (FDB), Espacio Berakha (EB), Secretariado de Migraciónes de la diócesis de Jaén (SMJ), Asociación para la Igualdad y el Desarrollo Social (AIDS) y personas de la Institución Teresiana.

Al servicio de jóvenes migrantes

Participaron de esta experiencia 23 jóvenes, la mayoría migrantes de Camerún, Ghana, Guinea Conakry, Guinea Ecuatorial, Marruecos, Maly, Pakistán y Senegal. Muchos son jóvenes ex tutelados que llegaron a España buscando mejorar las condiciones de vida propia y de sus familias y al cumplir los 18 años tuvieron que salir de los Centros de Acogida Tutelados, con la sola alternativa de vivir en la calle, salvo los que pudieron ser acogidos por entidades y grupos cuyo objetivo es promover el acompañamiento y promoción de cara a una inserción laboral en medio de dificultades de todo tipo.

Procedían de diferentes lugares de España: Barcelona (AMISI), Burgos (CM Poveda de Madrid), Córdoba (Piso de acogida FDB y Casa Mambré de la AIDS), Granada (CM Poveda de Madrid), Jaén (Piso de acogida Luz de SMJ, Voluntariado joven InteRed-Rajab, antiguo alumno del C. Virgen María de África IT en Malabo).

Fueron acompañados durante estos días por dos personas del equipo organizador de la actividad procedentes de Córdoba y Jaén; dos educadoras sociales procedentes de Córdoba y Sevilla; dos voluntarias de Jaén y Perú.

El milagro soñado

En primer lugar, se han desarrollado diferentes dinámicas -propuestas por InteRed- a fin de facilitar el conocimiento mutuo y generar un clima de confianza donde abordar la interculturalidad, promoviendo el valor de la justicia, a través de la participación juvenil crítica y comprometida con retos globales como la exclusión social de los grupos vulnerados.

El hilo conductor de las actividades ha sido la película El milagro azul. Cada mañana se centraba la reflexión y debate en torno a la temática y valores que la película plantea, en coherencia con el objetivo del encuentro. Por las tardes se han desarrollado talleres simultáneos y rotativos (papel reciclado, tintura de camisetas, música/baile..) para fomentar la creatividad y cooperación. Al finalizar cada día, en un espacio de silencio e intercambio, se recogía la experiencia vivida. Todo ello combinado a lo largo del día con momentos de expansión, piscina, deporte, limpieza, cocina… que han favorecido la comunicación interpersonal, y que valoramos muy enriquecedor para cada uno y cada una, dada la diversidad existente.

Como en casa, en diálogo y agradecidos…

Todas las personas deseamos vivir experiencias sanadoras donde sentirnos respetadas y queridas; disfrutar de espacios donde sentir que creen en nosotros y esperan de nosotros, donde podamos expresarnos con plena confianza. Esto es lo que más han agradecido: “Todas las personas nos hemos sentido acogidas como en familia”.

“Participar en este encuentro ha sido para mí una maravilla. Ha habido una convivencia acogedora y amistosa y me he sentido como si estuviera con mi familia. Ha sido un gusto conocer a estas personas y compartir con ellas. Una experiencia de las que siempre quisiéramos repetir. Agradezco el haber sido invitado y a las personas que la han organizado”

Marius Judicael (Camerún)

“Primero de todo dar las gracias a las personas que han organizado este evento tan maravilloso… Y también a las personas que nos han dado la oportunidad de ir… Me sentí muy afortunado…  ya que ha sido la primera vez que he salido de Catalunya. Al llegar a la casa Emaús de Córdoba estaba perdido, no conocía a nadie, excepto mi compañero Chakir, pero allí nos vinculamos con los demás jóvenes a través de las dinámicas que nos tenían preparadas. Creamos unas amistades, recuerdos, risas… inolvidables. Aprendimos muchas cosas sobre valores de la vida y sobre la historia de Córdoba y lo que más me llevo en el corazón son y serán las personas a las que he conocido en el encuentro, las historias de algunos chicos y el recuerdo de la vivido allí.”

Mehtab Nawaz (Kashmir, Pakistán)

La mirada profunda del espacio interior, de luz y amor, que toda persona lleva dentro independientemente del lugar de origen, cultura y trayectoria de vida, nos une y desde aquí nada ni nadie nos podrá separar. Se ha vivido una experiencia inimaginable y única: para unos por sentirse afirmados como personas valiosas en su dignidad y fortalecidas en su deseo de lucha y superación por conseguir sus sueños; para otras, por sentir que ha sido una experiencia transformadora de su escala de valores y de su postura ante la vida y los demás.  

 “Las jornadas que hemos vivido han sido un espacio donde nos hemos encontrado personas con historias diferentes, aunque con un horizonte común. Poder optar a una vida mejor es lo único por lo que mis compañeros se arman de valentía para llegar hasta aquí, manteniendo viva en sus corazones la esperanza. Nos han regalado una semana inolvidable y a mí, en particular, me han brindado momentos de incalculable valor y me han hecho sentir especial.”

Carlos Daniel Ondó Angué (Guinea Ecuatorial)

La vida sorprende una vez más en estas jornadas, invitando a acogerla y acompañarla. Ha sido una experiencia de encuentro y expansión, de reflexión e intercambio, que se desea continuar en la línea del diálogo intercultural e interreligioso, articulando la diversidad de grupos de jóvenes.

“La vida nos ha ofrecido más de lo que esperábamos a través de este encuentro. En realidad, no solo nos hemos divertido, sino que hemos saltado barreras para encontrarnos en nuestra diversidad religiosa, cultural y social. Hemos aprendido a definir a la persona humana, libre de todas otras categorías, aceptándola simplemente como humana y ha resultado que ya no vemos al otro, sino que nos vemos a nosotros mismos en el otro.”

Marienme Mbengue (Senegal)

Destacan la importancia de la ampliación de redes de apoyo e intercambio, sinergias que constituyen una forma de ser y de hacer por donde la vida discurre y se multiplica al compartirla.

“Quiero agradecer a las personas que han organizado el encuentro y a las que han participado. Este encuentro ha sido muy importante para mí por aprender muchas cosas que no sabía y vivir la confianza que tuvimos unos con otros… y también para aprender valores de la vida y conocer la historia de Córdoba y la mezquita. De verdad, lo digo de dentro del corazón, nunca voy a olvidar las personas que estaban con nosotros y también las cosas que hemos hecho en la casa Emaús y que quedarán como recuerdo para toda mi vida”.

Chakir El Hamdouni (Rif, Marruecos)

En las jornadas, al despedirse, el grito de Victoria animaba a continuar firmes en la fe y en la esperanza: “Ánimo compañeros que la Vida puede más”.

Gracias por el apoyo recibido en esta empresa común que, desde diversos ángulos, todas y todos seguimos empujando.

Por Equipo Motor del Área Social de la IT


[1] Plan de Acción de la IT en España, Línea 1, Obj. 4..