El papel de la mujer en la España rural de principios del siglo XX, la sensibilidad de la protagonista a pesar de la dureza de su vida, paisajes y costumbres olvidados, el contraste campo-ciudad, son algunas de las temáticas en las que se adentra la novela ‘Pedra de tartera’ de la que Carmen Llopis Pla nos propone su lectura.

Con Pedra de tartera (canto rodado, traducción de Ana M. Moix, 1994), publicado en 1985, inicia María Barbal i Farré (Tremp, 1949) su obra literaria.

El texto Pedra de tartera es breve e intenso, con un ritmo que te engancha a la lectura. La autora lo presenta como unas memorias de la protagonista, Concha, nacida en el pueblo de la Ermita en la comarca del Pallars (Lérida). El texto narrado en primera persona por su protagonista, está dividido en tres partes y se desarrolla desde principios del siglo XX hasta los años sesenta.

La primera parte describe la etapa adolescente de la protagonista cuando es enviada por sus padres a vivir a casa de los tíos que no han tenido hijos.

La segunda parte narra la relación de la protagonista con Jaume, con quien se casa convencida de estar viviendo un sueño. Una vida de trabajo de sol a sol, donde las tareas del campo, los animales, tres hijos y la casa se llevaban gran parte del tiempo y de la vida. Esta etapa coincide con las convulsiones sociales derivadas de la proclamación de la II República y del preludio de la guerra de 1936 con todos los temores que comportaba.

La tercera parte es una sucesión de situaciones dramáticas: guerra, desapariciones, muertes,…angustia, soledad. Concha se sentía como pedra de tartera, con la sensación de estar viviendo una vida prestada.

El estilo narrativo es directo, sin demasiadas divagaciones. Trabajar y trabajar es la consigna que marca la vida de Concha, la protagonista. Jaume es quien le recuerda que en la vida hay más cosas que el trabajo.

A lo largo de la obra encontramos también otras temáticas en las que todo el mundo, en algún momento, ha estado implicado: las relaciones familiares definidas por el valor de la autoridad; la resignación y al mismo tiempo la rebeldía; la lucha por la dignidad cuando la precariedad determina la propia autoestima o el rechazo de la injusticia. Y también en el relato laten momentos emotivos que evidencian que el bienestar muchas veces está unido a detalles íntimos y cercanos.

Por Carmen Llopis Pla  


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