La novela Una partida de ajedrez, que hoy nos ofrece Josefa López Hidalgo, es la última que escribió Stefan Zweig, en 1941. A través del relato podremos adentrarnos en el significado de ese juego que tanta pasión suscita.

Me encanta el ajedrez, y este libro antiguo y emocionante hace un elogio y a la vez una reflexión sobre lo que significa este juego que es mucho más que un deporte. En el siguiente párrafo, el autor lo dice de forma muy sugerente:

“¿No es también una ciencia, una técnica, un arte, algo que se cierne entre esas categorías, como el ataúd de Mahoma entre el cielo y la tierra, una trabazón única entre todos los contrastes: Antiquísimo y eternamente joven; mecánico en la disposición, y, sin embargo, eficaz solamente por obra de la fantasía; limitado en el espacio, geométricamente fijo y a la vez ilimitado en sus combinaciones; desarrollándose de continuo y no obstante, estéril; un pensar que no conduce a nada; una matemática que nada soluciona; un arte sin obras; una arquitectura sin sustancia, y, no obstante, evidentemente más duradero en su existencia y ser que todos los libros y obras de arte; el único juego propio de todos los pueblos y tiempos y del que nadie sabe qué dios lo legó a la tierra para matar el hastío, aguzar los sentidos y poner en tensión el alma?”

¡Feliz lectura!

Por Josefa López Hidalgo

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