El Proyecto Rajab de acogida y encuentro con personas inmigrantes sigue en acción y en continua reflexión y aprendizaje. Hoy nos transmiten el camino hecho durante este año marcado por la dificultad, pero sobre todo por el empeño, la pasión, la constancia, la paciencia, la fuerza que nace de la esperanza.               

Hay algo esencial previo a la acción

Creemos que es importante plantearnos en cada momento esta pregunta: ¿hay algo esencial previo a la acción?, porque esto es lo que puede dar a la acción un sello u otro y por tanto un sentido u otro. Y este sello esencial viene dado en nuestro caso por la referencia constante al Evangelio y por la mirada centrada en el reconocimiento de toda persona humana en su dignidad, independientemente de su lugar de origen, cultura, capacidades…  Esto nos sitúa en categorías de igualdad, porque todas y todos tenemos algo que aportar y algo que aprender. Esto nos enriquece y nos llena de vida.

En tiempos de dificultad, nuevos aprendizajes

Esta época de crisis ha sido para nosotros una llamada a transformar las dificultades en posibilidades, abriéndonos caminos nuevos a la esperanza.

  • Acción en red. Esta situación de pandemia nos ha llevado a un necesario cambio de lugar para el desarrollo de las clases de castellano y el aula de apoyo escolar. En diálogo y búsqueda con otras organizaciones nos encontramos con el Centro de Acogida Nuestra Buena Madre. Este espacio nos ha ofrecido la posibilidad de una acción en redcon otras entidades como Cáritas, Secretariado de Migraciones, Poblado Mundo y Fundación D. Bosco. En este conjunto, el Proyecto Rajab aporta su labor de formación y acompañamiento.
  • Atención personalizada. El tener que reducir los grupos nos ha llevado aredescubrir la importancia de la atención personalizada y esto, a su vez, nos ha hecho afinar más los criterios de su constitución, prestando mayor atención a las personas más vulnerables dentro de la propia fragilidad del conjunto. A medida que van avanzando, las personas son capaces de reconocer su propia valía, lo más liberador que podemos hacer por los demás: derribar toda barrera que dificulta el despliegue de lo mejor que cada persona llevamos dentro, algo que muchas de estas personas no han tenido la posibilidad de descubrir en toda su historia de vida.
  • Recursos tecnológicos. Esta situación también nos ha llevado a explorar la ayuda de las nuevas tecnologías al servicio del aprendizaje y la comunicación. En nuestro caso nos encontramos con una gran dificultad, porque gran parte del alumnado no dispone de estos medios. Aquí también ha sido importante la labor de mediación y creatividad en la búsqueda de recursos a través de esas redes de solidaridad. La Universidad nos ha donado ordenadores que se han puesto a punto para poderlos utilizar en el Taller de Informática.
  • Solidaridad. Por otra parte, también nos estamos encontrando con otras necesidades básicas: agua, alimentación, luz, alquiler de vivienda… Hemos visto que en estos tiempos de crisis ha aflorado la solidaridad, aunque para nosotros ha sido un continuar, pues en este colectivo la situación ya era grave también antes de la pandemia. Tenemos establecidas redes de solidaridad que favorecen las conexiones entre donantes y receptores, con medios de transporte solidario que hacen posible el trasvase de recursos entre unos y otros.
  • Inserción laboral. Continuamos afirmando que la promoción para la inserción sociolaboral es esencial, ya que la posibilidad de tener un trabajo es lo que más puede liberar de la dinámica de dependencia, la liberación más deseada por todos.

Hay razones para la esperanza

Esta situación de noche oscura, de noche de dolor es, al mismo tiempo, tiempo de esperanza porque encierra una profunda sabiduría; nos ha abierto a la dinámica de aprender el arte de transformar las dificultades en posibilidades.

El encuentro con la diversidad de culturas y países va cambiando nuestra forma de entender nuestra acción, orientada a la construcción de una sociedad nueva donde el centro sea la persona, sea cual sea su lugar de origen y cultura.  Tomamos conciencia, desde la experiencia, de que el contexto actual que vivimos nos llama a caminar cada vez más unidos y unidas en el cuidado, a todos los niveles, de la casa común que compartimos a nivel universal. Todo es posible con la unión de todas y de todos. ¡Hay razones para la esperanza!

“Todos vamos en el mismo barco. Todos somos del mismo barro”; que todos seamos uno, “que sintamos que somos hermanos”. Iguales en dignidad; en cultura, diferentes. En lucha por la igualdad, la diversidad nos enriquece.

Miradas y palabras que nos inspiran

Poveda, que afirmó: “yo que tengo la cabeza y el corazón en el momento presente…”, nos urge también hoy a poner todo nuestro ser al servicio de la humanidad, a continuar esa idea buena: transformar mentalidades y maneras de actuar; transformar prioridades.

Lamirada de Josefa Segovia, colaboradora esencia de Poveda, y su palabra “nada es imposible” nos siguen interpelando de forma definitiva.             

Al-Multaka: Tejiendo espacios de convivencia y paz es el nombre del Proyecto que traemos entre manos hasta el mes de septiembre de 2021, financiado por la Obra Social La Caixa.

“Hagamos una cadena, las manos bien enlazadas. Hagamos la tierra nueva todas las manos hermanas.” Hacia un nosotros cada vez más ampliado.

“Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo” afirma Eduardo Galeano.

Cómo y dónde encontrarnos

  • Lugar: Centro de Acogida Nuestra Buena Madre. Avenida de Madrid 62, Jaén.    
  • Horario: de lunes a jueves, de 10.00 a 13.00 h. y de 17.30 a 19.00 h.
  • Teléfono: 686732129

Por Equipo Rajab