Cuidar es un arte, y para compartir sobre el arte de cuidar se celebró el 21 de abril de 2021 un webinar organizado por el equipo Humanizando la Salud, con el título Los cuidados: una oportunidad para humanizar en el que participaron alrededor de 150 personas.

Los ponentes invitados comunicaron su experiencia desde su situación profesional o como estudiante en prácticas: Pepa Rubio, enfermera de atención primaria en una zona rural de Zaragoza; Inmaculada Calvo, auxiliar de enfermería en la Residencia Josefa Segovia de Jaén; Juan Cózar, médico oncólogo infantil en el Hospital Universitario san Agustín de Linares (Jaén); y María Carrasco, estudiante de tercero de enfermería en la Universidad Católica de Ávila y residente en la Residencia Miravalle. Moderó la sesión la doctora Ana Gutiérrez.

Somos cuidadoras y sanadoras

Pepa, afirma que cuidar es un arte inherente a la vocación. “El cuidado holístico de enfermería tiene una dimensión humanística que va más allá de una técnica; hay que atender a la persona en todas sus dimensiones, respetar sus creencias culturales y religiosas, compartir con el paciente sentimientos y emociones”. La pandemia tambaleó su mundo laboral, familiar y personal, y como tantos profesionales de la salud ella enfermó de Covid. “Hemos aprendido -nos dice- que el cuidado es comunitario y que todos somos cuidadores”, “las enfermeras somos cuidadoras y sanadoras”.

Humanizar es ponerse en el lugar del otro

Para Inmaculada humanizar es ponerse en el lugar del otro, mirar a la persona, pensar en alguien querido y tratarla como te gustaría que te tratases a ti misma. Ha insistido en lo importante que es para los mayores que sus cuidadores permanezcan en el tiempo porque les genera confianza y seguridad. Hace alusión al momento final de sus vidas y la importancia de tener al lado alguien que coge la mano, acompaña y acaricia.

Se necesitan personas vocacionadas

Juan narra la experiencia en su hospital cuando todos los profesionales fueron convocados para atender a los enfermos de Covid: el deseo de estar cerca del paciente y la necesidad de mantener la distancia, el miedo y los gestos de solidaridad. Se hace preguntas sobre el modelo de hospital centrista que tenemos y manifiesta algunas hipótesis de por dónde se podría orientar el cambio. ¿Cómo atender a los pacientes en sus lugares habituales, cuidados por personas que conocen y quieren? La pandemia también les ha interpelado sobre su propia identidad de médicos: ¿por qué y para qué soy médico? Afirma con convicción que una sociedad de los cuidados está todavía por llegar y que “se necesitan personas vocacionadas”.

La actitud es lo importante

María comparte la experiencia de clases y de su rotación en prácticas. El énfasis que sus profesores hacían sobre la dignidad de las personas, el respeto, el buen trato, casi le parecía pérdida de tiempo ante la importancia de manejar bien las técnicas. Pero su visión cambió al encontrarse con los pacientes en el hospital. Lo importante era “centrar la atención en la persona, en cada enfermo y saber compaginar la técnica con el interés por cada persona”.  Reconoce que las enfermeras han sido muro de contención en el Covid y termina su intervención afirmando con énfasis que: la actitud es fundamental para humanizar, tiene que salir de dentro.

La sala toma la palabra

El chat echa humo con expresiones de agradecimiento a los ponentes por su testimonio, su gran humanidad y la naturalidad con la que han comunicado su vivencia en este tiempo de pandemia. Sus testimonios abren una corriente de esperanza. Surgen preguntas que van respondiendo los ponentes de una manera complementaria: ¿la humanización de la sanidad pasa por la humanización de la sociedad?, ¿qué reformas estructurales se requieren?, ¿y la ayuda a las familias?…

Pedro Poveda dijo: “Dadme una vocación y yo os devolveré un método, una escuela, una pedagogía, inspirados en el amor”. Parafraseando a Poveda: Dadme una vocación y os devuelvo humanización.

El tiempo se agota y antes de terminar se invita a contestar: ¿Qué me llevo de este encuentro? Y estas son las palabras que han resonado en el silencio:

Por Equipo Humanizando la Salud

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