Maite Uribe, directora general de la Institución Teresiana, por medio de esta carta nos invita a vivir “la sabiduría de la bondad y la bienaventuranza de la misericordia” para “reconstruir relaciones, vínculos de confianza y espacios de sentido” y poner en la vida cotidiana “ternura en los gestos, mansedumbre en la mirada, amabilidad en las palabras, compasión en los juicios”. Desde aquí nos impulsa a vivir el reto propuesto por la XVIII Asamblea General para el año 2021: Firmes y suaves.

La carta consta de tres partes:

  • Solo Dios es bueno. El icono del joven rico nos revela la bondad de Dios y es “una invitación a reconocer la fuente de nuestro amor y el estilo de firmeza y suavidad con el que queremos llevar consuelo y esperanza a nuestro mundo”. 
  • Discernir en tiempos de incertidumbre. Y discernir al estilo de Jesús, nos dice Maite “es humanizar la vida, fraternizar las relaciones, observar la realidad con entrañas de misericordia y actuar con humildad, responsabilidad, verdad y libertad”.
  • Los tiempos presentes reclaman bondad y mansedumbre. Rastreando textos claves de Poveda, Maite nos recuerda que la bondad fue para él un estilo de vida, porque “con mansedumbre se hace todo lo bueno”. La tolerancia, el diálogo, el respeto y valoración del otro, la acogida a lo diferente y al mismo tiempo la firmeza en las propias convicciones, la libertad interior… “Solo desde estas actitudes podremos ser hoy creíbles para nuestros contemporáneos”, afirma Maite.

El texto finaliza con la oración de súplica que nos unirá a toda la familia teresiana durante el año 2021: “Ayúdanos, Señor, a escuchar los gritos de nuestro mundo y a ser mansos y humildes de corazón”.

En la Web Internacional se puede acceder a la lectura abreviada de la carta grabada por Maite Uribe y a la descarga del documento en diferentes idiomas.