El Proyecto Rajab de Acogida y Encuentro con personas inmigrantes, de la Institución Teresiana en Jaén, apoyado por la Asociación Educación y Cultura, ha celebrado un año más la Fiesta intercultural de los Países. Comenzamos la jornada con la visita al museo Íbero por parte del grupo que aún no lo conocía, para continuar después la convivencia y fiesta en el Centro Josefa Segovia.

Este año la acogida ha tenido lugar con el símbolo del corazón humano. Corazón que nos conecta unos con otros desde la fuerza del Amor, haciendo así visible la unidad entre las diferentes razas, religiones y culturas.

Al mirar el corazón, contemplamos un corazón que late. No sabemos si es de una persona de Pakistán, Marruecos, Sahara Occidental, Senegal, Guinea Konackry, Gambia, Camerún, Mali, España… No sabemos si su piel es negra, blanca, cobriza, amarilla… No sabemos si esa persona es cristiana, musulmana, atea, budista, judía… Solo sabemos que es el corazón de toda persona que, por el hecho de serlo, tiene una dignidad humana invulnerable.

museoibero

Vivimos esta fiesta desde la acogida incondicional y encuentro con todas las personas quienes compartimos el vivir cotidiano en todas sus facetas y desde nuestro deseo de solidaridad con todas aquellas que ven violados sus derechos más básicos, como es el derecho a la vida, saliendo de sus Países de origen en búsqueda de un futuro mejor.

Hacer espacio al diálogo y el encuentro

En un corazón cerrado es fácil que gane espacio la lógica que busca transformar todo en objeto de cambio y de consumo. Una lógica que deja espacio a muy pocos, descartando a todos aquellos que no son rentables en términos económicos, solo es rentable la riqueza que de sus Países se obtiene. Una lógica que descarta a las personas, negándoles la posibilidad de desarrollo y promoción humana y por ello negándoles su dignidad.

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El corazón nos iguala a todos los hombres y mujeres de la tierra y posibilita el verdadero encuentro, donde las palabras, ideas y preguntas surgen de la experiencia de humanidad y fraternidad compartida. Acoger al hermano es hacer un espacio en nuestro corazón y experimentar que el diálogo entre las personas, sean de donde sean, es posible.

En Rajab deseamos ser una familia unida a otras muchas personas y grupos que luchan por la misma causa, y unida también a todos vosotros con quienes compartimos la vida que se nos ofrece y regala cada día. Todos y todas queremos ser acogida, abrazo, diálogo… Todos y todas formamos una gran familia, esta es nuestra fuerza.

Proyecto Rajab.
Jaén, 15 abril 2019.