En la primera semana de octubre hemos participado, en Santa María de Los Negrales, en unas jornadas de formación de vital importancia para los centros de la IT sobre Educación de la Interioridad.  24 profesores de infantil y primaria de 13 centros de la Red de España llegamos con incertidumbre, ilusión y muchas ganas de aprender.

El objetivo del encuentro era formar expertos en Educación de la Interioridad (EI) que puedan implementar un proyecto en su centro educativo desde el Itinerario Marco para la Red de Centros.

Este curso intensivo buscaba, sobre todo, que el educador/a que participara en él viviera una experiencia que le conectara con la mejor herramienta para la Educación de la Interioridad: él/ella mismo/a. Y a la vez, que pudiera después desplegar un efecto en cascada siendo agentes multiplicadores en sus centros, formando al profesorado de sus etapas.

La experiencia fue facilitada y acompañada por Elena Andrés, directora de contenidos del Posgrado Experto Universitario en Educación de la Interioridad para Centros Educativos que se imparte en el campus La Salle en Aravaca, Fátima Ramos e Irma Carballo, del equipo del área de pastoral y proyección social de la Red de centros.

Teoría y práctica se dieron la mano para poder vivenciar, fundamentar e interiorizar la propuesta de itinerario común “enraizARTE” desde nuestras claves de identidad povedanas y teresianas y comprender que la Interioridad no puede ser un proyecto si no un paradigma.

Os compartimos algunos de los testimonios de los participantes:

¿Qué te llevas de este encuentro a nivel personal y profesional?

  • A nivel personal una reafirmación de mi Fe y a nivel profesional una identificación, aún mayor si cabe, con la Identidad de nuestros Centros IT.
  • He vivido una experiencia nueva e intensa que me ha servido para afianzar mi fe. Además, he descubierto una nueva forma de enfocar mi actividad docente, creo que necesaria hoy día.
  • Un cambio de mirada hacia mi persona y hacia los demás. Quiero conocerme para poder llegar a ser una persona con presencia que pueda transmitir. Ganas y fuerzas para andar este camino con ilusión.
  • Tener la posibilidad de parar unos días, de la “prisa” del día a día, pensar sobre mi labor docente, de qué hago en mi aula con mis alumnos, como cuido los tiempos y a nivel personal como me cuido por dentro. Además de la riqueza del intercambio de experiencias con las demás personas del curso. Descubrir que muchos tenemos las mismas inquietudes y que estamos dispuestos a intentar cambiar o intentar provocar ese cambio en la vida de nuestros colegios.

¿Qué has descubierto como novedad? ¿Qué se te ha clarificado?

  • Que educar en la interioridad es algo más que dinámicas. Que toda la comunidad educativa tiene que estar implicada en ello.
  • He descubierto que todos tenemos la capacidad para vivir y obrar desde y con la interioridad. He entendido que es un estilo de vida, una forma de pensar y de actuar y no tanto hacer actividades o dinámicas como creía en un inicio.
  • Tener claro que la interiorización no es un conjunto de materiales y recursos, sino un ambiente, una forma de enseñar, acompañar y cuidar al alumno, a nuestros compañeros y las familias. También me ha hecho ver que muchos de los recursos que ya hacemos están bien, y que otros hay que modificarlos
  • He descubierto volver a la fe desde mi propio interior. He tenido sensaciones que no sentía desde cuando era adolescente y tenía una relación muy cercana a Dios. En estos días he vuelto como a “enamorarme” de Él.

Nos llevamos una hoja de ruta para los próximos tres años, una experiencia de grupo que nos hace sabernos en Red, trabajando con otros en un sueño común y la certeza de que educar la interioridad es hacer vida el deseo de Poveda de educar personas al estilo de Teresa “eminentemente humanas y todas de Dios”.

Para Pedro Poveda, “la fuerza de toda transformación personal y social brota de nuestro interior. La búsqueda de nuestra humanidad, la manera de entender y orientar nuestra vida, la fuente de energía que da sentido al quehacer educativo, todo ello está dentro de nosotros. Una vida profundamente humana, porque ha dejado de centrarse en sí misma para abrirse a Alguien que nos trasciende y nos regala lo que Él es: Amor” (Bartolomé, 2012). Así queremos también vivirlo y contagiarlo nosotros.

En resumen, ha sido una experiencia que nos ha calado hondo y que no queremos perder. ¡Gracias por esta oportunidad!

Daniela y Lidia. Colegio El Armelar (Valencia).
20 de octubre de 2018.