Son las diez de la mañana en la sede de Valladolid, sábado 6 de mayo. Vamos llegando desde Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca y Valladolid. Es momento de saludos y de reencuentro alegre. Somos 15 miembros ACIT y 7 asesoras y nos disponemos a celebrar el encuentro anual de la Asociación, centrados en una palabra muy povedana: AUDACIA.

En la oración nos sale al paso Victoria Díez, mujer audaz y se nos invita a preguntarnos:

→ ¿Dónde siento que tengo que ser audaz y “abrir puertas?

→ ¿Qué costumbres o modos de vida personal o asociativa creo que debo cuestionar para seguir abriendo caminos a la vida?

“Abandona todos tus quereres en manos de Dios. (…) La primera condición es querer, hay que querer con ánimo esforzado y valeroso pues no se trata de obra fácil sino de algo muy difícil”. (Victoria Díez).“La audacia es la virtud del que se atreve a actuar, sin que nada ni nadie pueda impedirle dar el paso. Y por eso tiene que ver con la lucidez de nuestra mirada, de nuestra aprehensión de la realidad, de nuestra capacidad de distinguir, de discernir y de optar”. (Maite Uribe).

Puesta al día asociativa

A continuación, nuestro presidente, Moisés Arranz, nos saluda, introduce el encuentro y presenta una panorámica de la Asociación en el último año. Debatimos brevemente sobre la posibilidad y conveniencia de fusionarnos con otra asociación. Nos parece que por ahora es mejor no cambiar la organización pero que nada nos impide celebrar encuentros conjuntos con otras asociaciones. Se nos recomienda vivamente la participación en los encuentros de la Federación ACIT España.

Para finalizar este espacio la tesorera, Mª del Carmen Díaz, presenta el balance económico.

Después de un descanso en el que además de tomar algo, disfrutamos de sabrosas charlas informales, nos disponemos a escuchar a Tusta Aguilar, directora de ámbito de Castilla que nos agradece la oportunidad de conocernos y compartir con nosotros.

Dentro de la dinámica del día, Tusta dialoga con nosotros en una charla que titulamos “Una vocación audaz”. Empieza por preguntarnos: “¿Qué decimos cuando decimos audacia?”. Nos ofrecemos algunas respuestas:

  • Vivir un presente esperanzado.
  • Atreverse a mirar.
  • Atreverse a preguntarse, a pensar.
  • Creí por eso hablé.
  • Confianza y humildad.

Y después, entrelazando de manera amena imágenes sugerentes y textos de P. Poveda, Tusta va desgranando ideas que nos llevamos en el corazón para vivirlas en el día a día.

  • Mirar el presente en positivo.
  • No añorar el pasado.
  • Atreverse a preguntar, a cuestionarse.
  • Descubrir signos de oportunidad.
  • Mirada lúcida: “darnos cuenta de lo que pasa. Saber lo que ocurre” (P. Poveda).
  • Mirada contemplativa.
  • Atreverse a relacionarse con las personas: a veces lo que parece disparate se convierte en fuente de vida.
  • “Lo que hagáis hacedlo de corazón”.
  • “Las obras dan testimonio de lo que somos”.
  • Atrevernos a nombrar nuestros miedos.

Y seguimos compartiendo la vida

Dedicamos la tarde a compartir con los demás lo que hacemos en cada ciudad. Disfrutamos escuchándonos el relato de la vida de los grupos con sus encuentros para compartir y fortalecer la fe y la vocación, la participación activa en la vida de la Unidad Asociativa de las ciudades, las múltiples actividades en animación de grupos juveniles, en InteRed, en acogida y apoyo a inmigrantes, con población reclusa, en colaboraciones en las diócesis y en las parroquias… y un largo etcétera.

En todos los grupos se está estudiando el Itinerario del Miembro ACIT y se ha trabajado de distintas formas el programa P.A.T.A.

Con la celebración de la Eucaristía vivida como una sentida acción de gracias terminamos este grato encuentro.

Nos vamos con el corazón lleno de gratitud porque “nos atrevemos a soñar y hasta realizamos algunos sueños…”


Lucía de Anta.
León, 1 de junio.