Encuentro de la directora general con la AP en Granada

No es un día cualquiera, ni un encuentro más, nos decía María Medina, directora del Ámbito 9 al saludar a las más de 70 mujeres que habíamos acudido en la mañana del domingo de Pentecostés al encuentro con Maite Uribe en el seminario de Granada.

Era el tercer momento de la visita a este Ámbito 9, tras las etapas en Guadix y en Málaga, con el compromiso de 4 nuevos miembros ACIT y la vigilia de Pentecostés.

Como introducción, Ana García Aguado nos recordó que son once las sesiones programadas con la AP dentro de la visita de la Directora General al Sector Ntra. Sra. de Covadonga, una oportunidad de gracia y de reflexión conjunta. Presentó brevemente los puntos clave del Informe del Gobierno General a las participantes de las Reuniones Generales y cómo se decidió hacerlo llegar a todos los miembros.

Las cuatro claves que el Informe apunta como base para considerar el presente institucional son:

  • Vivirnos y proyectar la IT en clave de salida evangelizadora
  • Vivir y generar la hermandad
  • Una formación integral e integradora
  • Renovar la radicalidad de vida que nace de la llamada específica como núcleo propulsor.

Cuestiones planteadas desde las agrupaciones

Maite Uribe comenzó su intervención haciendo referencia a algunas preguntas que le habían llegado desde las agrupaciones del Ámbito 9. En primer lugar, sobre preguntas que cuestionaban nuevas salidas y presencias, justo en estos momentos en que en muchos lugares nos estamos cuestionando la sostenibilidad de algunas obras y su viabilidad. Citó al Papa Francisco que nos anima a ser una Iglesia “en salida”, que busca dar respuestas al mundo de hoy.

Estamos invitadas -nos dijo- a dejar ciertos lugares y a apuntar hacia otros donde la vida va surgiendo. Concretamente se refirió a Cuba y Canadá. Narró detalladamente cómo ha ido surgiendo, en uno y otro país, una presencia no pretendida y que en este momento se está en discernimiento de cómo seguir caminando.

Desde esos ejemplos, nos dio unas claves para vivir la viabilidad, poniendo el acento en que nuestro carisma es válido para el mundo de hoy y debemos primar qué necesita el mundo de hoy de la IT e ir dando respuestas. Esta respuesta se puede dar siendo pocas personas, si bien muy focalizadas y motivadas, porque no depende del número.

Nuestra preocupación mayor debe ser que el carisma de la IT sea un apoyo para vivir la fe de todos aquellos que quieran. Unos lo vivirán vinculándose a él como miembros AP o ACIT, otros como MIT, etc. Aludió también al lugar de las antiguas alumnas y alumnos, ya desde tiempos de Pedro Poveda. Añadió la posibilidad de plantear compromisos por tiempos determinados, o con vinculación a proyectos más localizados como vía de apertura a modos de pertenencia más asumibles actualmente.

Un carisma dinámico

Respecto a las estructuras, señaló que deben ser sostenibles y tener significado. Desde ahí tomar decisiones de reconversión y nuevos modos de presencia, cuando convenga.

Dentro de este análisis sobre viabilidad, apunta Maite el dato de que en España hay 135 personas menores de 60 años a las que no podemos dejarles una carga patrimonial y de estructuras muy pesadas. Hay que visibilizar la IT en un futuro y tomar las decisiones pertinentes.

Otro punto al que Maite hizo alusión fue el compromiso de la AP como núcleo propulsor y al hecho de que tanto la AP como ACIT, MIT, deben ser lo que son y no otra cosa. La AP tiene un compromiso de vida espiritual intensa, de virtudes inspiradas en Santa Teresa: humildad, desasimiento, vida fraterna, que conforman un talante y dan soporte a los compromisos asociativos.

El carisma es dinámico y la sociedad española también ha cambiado mucho en estos años, pero unas y otras hemos hecho caminos desiguales, no sé –apunta- si todas hemos asimilado los cambios de mentalidad que han ido asumiendo las distintas Asambleas. Hay una nueva concepción de la autoridad, más comunitaria y en el presente se dan solapamientos de mentalidades.

No identificar misión y mediación

Maite se pregunta ¿Cómo vivir para que hagamos posible la vitalidad de los miembros del núcleo? Y nos pide no identificar la misión con la mediación, de manera que sigamos viviendo la misión después de jubilarnos, incluso “unos minutos después del último suspiro” nos dice bromeando, para subrayar, con palabras povedanas, que estamos llamadas a una Obra de apostolado y nuestra identidad siempre ha de ser una identidad creyente con empeño evangelizador.

En un tiempo para intervenciones de las presentes, hubo ecos de gratitud por haber hecho público el Informe de las RR.GG. y por la claridad y sencillez de lo expuesto. También llamadas a reconocer la aportación de los puestos individuales y a no perder –en nuestra reconversión de presencias- aspectos muy de los orígenes de la Institución, como la presencia en los puestos de enseñanza pública y en la sociedad civil.

El encuentro se prolongó con la comida y la Eucaristía de Pentecostés, celebrada por Juan A. Estrada s.j., momentos de compartir y celebrar a los que se unieron los miembros ACIT de Granada. Desde allí continuó el programa con la reunión en la sede granadina como se reseña en otro artículo de esta página.

María Medina y Rosario Marín.
Málaga, 20 de mayo.